(AFP)| La Unión Europea (UE) observa y monitorea la eventual participación de una veintena de países, incluyendo Rusia y Venezuela, en la transferencia irregular de migrantes hacia Bielorrusia, dijo este martes un portavoz del servicio diplomático europeo, Peter Stano.

La UE sospecha que esos migrantes son llevados a Bielorrusia para desde allí impulsar una oleada ilegal hacia países vecinos -en particular Polonia y Lituania-, en represalia por las sanciones que Bruselas adoptó contra numerosos funcionarios del gobierno bielorruso.

De acuerdo con la UE, ya ha habido contactos específicos con 13 países sobre el traslado irregular de migrantes a Bielorrusia. Son ellos: Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Jordania, Líbano, Georgia, Tayikistán, Camerún, Congo Brazzaville, la República del Congo, Guinea, Pakistán y Turquía.

Sin embargo, la UE monitorea informaciones sobre el papel de otros 20 países, entre los que están Rusia, India, Sudáfrica y Venezuela.

En el caso de Rusia, dijo Stano, “estamos observando la situación por su potencial para manipular a las personas o instrumentalizar la migración, o por su potencial de abuso por parte del régimen de (Alexander) Lukashenko”.

“Rusia está entre los países donde observamos la situación con mucha atención, es parte de nuestro monitoreo de verificación de la situación. Está en nuestro radar”, apuntó.

De acuerdo con un listado divulgado por la Comisión Europea, también son incluidos en el “monitoreo” Marruecos, Catar, Siria, Irán, Somalia, Nigeria y Senegal, entre otros.

Irak ya detuvo ciertos vuelos a Bielorrusia después de una reciente visita del jefe de la diplomacia de la, Josep Borrell.

Stano añadió que la UE buscaba definir un quinto conjunto de sanciones contra funcionarios del gobierno bielorruso.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, anunció el lunes en una nota oficial que la UE analizaba cómo podría sancionar a aerolíneas consideradas “activas en el tráfico de personas”, por transportar migrantes a Bielorrusia.

La UE suspendió el martes un acuerdo en virtud del cual los funcionarios de Bielorrusia solían poder obtener visas más fácilmente para ingresar al espacio europeo.