“A nombre y con la voluntad y autoridad que tenemos del virtuoso pueblo de Venezuela, declaramos solemnemente al mundo, que sus Provincias Unidas son, y deben ser desde hoy, de hecho y de Derecho, Estados libres, soberanos e independientes, y que, como tal Estado libre e independiente, tiene pleno poder para darse la forma de gobierno que sea, conforme a la voluntad general de sus pueblos”.
Aunque este párrafo está casi al final del largo texto del Acta de Independencia, es el corazón mismo del acto que se conmemora hoy 5 de julio: la Declaración de la Independencia de Venezuela, hace 210 años, Acta la cual oficializa la patriótica decisión de los representantes de la sociedad civil criolla, constituidos en Congreso Constituyente, como desenlace de los acontecimientos ocurridos el 19 de abril del año anterior.
Así, este día marca un aniversario más del nacimiento de una nación que, entonces, surgía con base en los principios federales y republicanos, y rompiendo firmemente su dependencia del poder monárquico, pues hasta ese día, la máxima e indiscutible autoridad, sobre este territorio en el que se asienta nuestra patria, y supuestamente, “por mandato Divino”, era el rey de España.
Pero hay que tener presente que ese 5 de julio de 1811 no se firmó el Acta. No conmemoramos hoy la “Firma del Acta”. Ese día, en la sesión del Congreso Constituyente, solo se hizo público su contenido, el cual proclamaba la Independencia, para someterlo luego a consideración de los diputados, lo cual ocurrió en la sesión del día 7, o sea, dos días después, cuando fue aprobada.
El texto de la misma fue redactado por Juan Germán Roscio y Francisco Isnardi, y posteriormente firmada por los diputados de las “Provincias unidas de Caracas, Cumaná, Barinas, Margarita, Barcelona, Mérida y Trujillo, que forman la Confederación Americana de Venezuela en el Continente Meridional”, según señala textualmente el documento. También, La Grita era una provincia, pero su diputado, el sacerdote Manuel Vicente Maya, no votó, pues alegó que no había sido autorizado por sus electores para ello.
El mismo 7 de julio se inició el proceso de firma, de cada diputado, el cual concluyó el 18 de agosto. Firmaron todos, incluyendo a Vicente Maya.
La trascendencia
Las ideas independentistas de la sociedad venezolana de entonces son alimentadas por hechos y filosofías que ocurrían en Europa, cuyas noticias llegaban al país. Entre las influencias más importantes se cuentan la llegada de las ideas del Enciclopedismo, de la Ilustración, las noticias de la Revolución Francesa, y en especial, de la declaración de independencia de los Estados Unidos.
Venezuela fue el primer país bajo dominación española en América que declaró su independencia. La noticia cundió por el continente, y estimuló la tendencia en los otros países, de lo cual se encargó Simón Bolívar, el “Libertador de América”, y su glorioso Ejército Libertador, convirtiendo en realidad esta aspiración de los pueblos, para Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú, y estimulando la gesta, en el movimiento independentista liderado por José de San Martín, para liberar Argentina y Chile.
Este 5 de julio, 210 años de aquel hecho histórico, fundamental para la existencia de nuestra República de hoy, debe ser un motivo de reflexión sobre el verdadero legado de aquellos hombres que, pensando en su país, asumieron a tiempo, con decisión y valor, la responsabilidad y la acción para lograr su sueño patrio.
Humberto Contreras