Las ventas comerciales durante esta temporada de asueto se mantuvieron en promedio, igual que el año pasado, pero sobre la base de una economía ficticia, afirmó José Graceffa, vicepresidente de Fedecámaras Falcón.
Hay productos para vender, pero no producidos en el país, sino que son importados, porque sencillamente, la producción nacional permanece en un estado de postración. El dinero que circula en medio de la economía, proviene de las remesas que envían los venezolanos desde otros países, precisó el dirigente gremial.
No pueden fluir y expandirse las ventas, entre otras razones, porque hay servicios básicos que no funcionan. En consecuencia, en buena medida de estos, depende el mover de la economía. Cuando no hay luz, los puntos de ventas no funcionan creando una fuerte limitación en el fluir de las ventas, explicó.
En Tucacas, una de las zonas turísticas más movidas en temporadas de asueto, los temporadistas no permanecían, marcando una baja asistencias a los hoteles; pero además, proliferó la economía informal con la improvisación de puestos de ventas y no como ocurría en días de apertura económica.