La fundación Azul Ambientalista recordó este jueves 15 de agosto, que hace un año la Comisión Presidencial para el Rescate del Lago de Maracaibo acordó la adecuación de 27 plantas de aguas servidas, priorizando 11 de ellas. Sin embargo, a la fecha nada se ha hecho al respecto.
A través de su cuenta en la red social Instagram, la organización ambientalista manifestó que mientras no se activen dichas plantas de tratamiento, el problema de la contaminación del Lago seguirá en aumento.
“Hace un año se creó la Comisión Presidencial para el rescate del Lago de Maracaibo. Realizaron encuentros con supuestos especialistas y comunidades afectadas. Recogieron toneladas de plásticos y basura. Pero un año después, nada por lo cual sugerimos decretar, Estado de emergencia ha cambiado”, destacó.
La fundación dijo que durante las lluvias “millones de botellas plásticas y mucha basura” son arrastradas a través de las cañadas hacia el Lago de Maracaibo. Además, reclamó que los derrames de petróleo no han cesado.
“Nuestro monitoreo constante e informaciones satelitales ofrecidas por el profesor Eduardo Klein (USB), y la evidencia en las orillas, demuestran la gran cantidad de hidrocarburos que son vertidos a Lago”, acotó.
Azul Ambientalista enfatizó que es el verdín lo que realmente vuelve a encender las alarmas, “ya que nos preocupa el nivel de contaminación de las cianobacterias; microorganismos que contienen clorofila, lo que les permite realizar fotosíntesis. Por ello, históricamente se las ha identificado como algas verde-azules. Están presentes en aguas dulces, saladas, salobres y zonas de estuarios”.
Explicó que las cianobacterias sobrealimentadas con materia orgánica alojada en el agua por los vertidos no tratados, realizan mayor fotosíntesis. “De allí su coloración muy verde. Las toxinas que liberan provocan gran variedad de infecciones gastrointestinales, respiratorias, neurológicas, de la piel, los oídos y en los ojos”, denunció la organización.
Resaltó que una de las principales consecuencias es que el colapso de una floración grande de cianobacterias puede conducir a concentraciones muy bajas de oxígeno, anoxia, por la cual mueren peces y otras especies.
“Ahora con el aumento de temperaturas se generan condiciones que permiten que el mal olor se extienda y se sienta a kilómetros, según se quejan residentes de la ciudad de Maracaibo”, expresó.