EXISTEN RIESGOS que hay que correr y precios que hay que pagar. A casi dos meses de las elecciones presidenciales, parece que todos hemos entrado a ese círculo vicioso que no tiene fin y que incluso solo nos queda la especulación de cómo será convivir en ese mundo que debería colmarse de paz… LA HISTORIA a través de los siglos nos lo recuerda, pero a la vez nos sentencia de continuar dando vueltas en la noria, repitiendo los mismos errores del pasado, insistiendo en la división de los seres, auspiciando la animadversión ante quien tenemos al frente… POR ESE CAMINO, transitando ese sendero, jamás seremos creativos, ni en nuestros estudios, ni en nuestros ejercicios profesionales, ni en nuestras ambiciones por una vida mejor… CADA 24 HORAS nos sorprende una nueva noticia. La mayoría de ellas nada buenas. Cada día nos despertamos sin saber si corremos o nos encaramamos. El almanaque que pasa, lejos de ofrecernos un mundo de bienestar, de felicidad, de optimismo, de ver el porvenir con la sonrisa diáfana del niño, más bien nos castiga con las guerras focales del Medio Oriente, de Europa del Este, que lejos de aliviar nuestras dificultades, empeoran nuestro estado de ánimo… Y A NIVEL LOCAL ni qué se diga. La incertidumbre continúa, como la pesada roca de Sísifo que nunca llega a coronar su sueño de conquistar la cima, de dormir tranquilo y sin nervios… LA POLÍTICA como la economía, se nos escapa como el agua entre los dedos. Y como los buenos deseos no embarazan ilusiones, despertamos en ese medio de inestabilidad anímica que al parecer nos castiga por más fuertes que ansiemos ser o aparentar… LA DIÁSPORA sigue. El camino a lugares ignotos continúa. El temor a no tener los recursos para comer, para asistir a la familia, para formarlos para un futuro mejor, se nos está convirtiendo en quimera, en sueño, en promesa que no sabemos si algún día se cumplirá.

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Y ESTO, es todo por hoy.

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MENTIRAS universales:

“Estamos más contentos que comiendo con los dedos”.

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DIOS los bendiga, ¿Saben?

VICTOR MATOS