EN LOS ESTADOS Unidos cayó en desgracia un presidente (Richard Nixon) por mentir. Otros tantos en África y Europa del Este por genocidas, pero últimamente la mayoría han sido investigados y hasta condenados por el delito de corrupción durante el ejercicio de sus funciones……EN SU MAYORÍA, por haber caído en las tentaciones lanzadas por la empresa brasilera Odebrecht que ya causó la condena del carismático líder Inazio Lula da Silva pero en donde se recuerda la obligada renuncia de Fernando Color de Mello, o las investigaciones contra Dilma Roussef y hasta al actual  Michel Temer……PERO EN DONDE más han sucumbido a la aceptación de prebendas, ha sido en Perú que mantuvo en prisión a Alberto Fujimori, tres veces elegido para la primera magistratura, luego Alejandro Toledo requerido por la justicia, Ollanta Humala, excarcelado recientemente, Alan García, investigado, y Pedro Pablo Kuczinski obligado a dimitir el mes pasado….A ESTE EQUIPO nada ejemplar por cierto, se sumarían Cristina Kirchner de Argentina, Ricardo Martinelli de Panamá y preso en Miami, Abdalá Bucaram de Ecuador exiliado en el exterior, Otto Pérez Molina de Guatemala, entre algunos más…..QUE SE SEPA, en Venezuela solo fue enjuiciado y señalado culpable de este delito el presidente Carlos Andrés Pérez por malversación de unos 250 millones de bolívares de la partida secreta que lo llevó a renunciar y cumplir condena domiciliaria pero de esa época, en 1993 para acá, nada se ha dicho o hecho sobre actos de corrupción, a pesar que la misma Odebrecht haya revelado que se entregaron en el país unos 98 millones de dólares en comisiones que nadie sabe a dónde fueron a parar o quiénes han sido sus beneficiarios……LO CIERTO ES QUE este flagelo se ha convertido en el aroma mundial al que muy pocos le dan la espalda, pues la corrupción se extiende cada vez más a todos los niveles como si formara parte de nuestros genes y por más leyes que se dicten en su contra, pues las cantidades suman tan altas tasas que muy pocos son los que se resisten en caer en sus brazos…..PARA QUE EXISTA un corrupto, tiene que haber un corruptor y en el caso de Odebrecht aparentemente es la única ocasión en que están cayendo los unos y los otros, investigándose sus tentáculos en varios países del continente , a excepción del nuestro donde un silencio ensordecedor nos hace sospechar que han sido favorecidos tantos que ahora no desean levantar la costra de la herida pues la misma lanzaría tanta pus que infectaría no solo a muchos personajes involucrados, sino que acabaría con tirios y troyanos que se pavonean exaltando su probidad ante el tesoro público cuando llevan la procesión por dentro.

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Y ESTO, es todo por hoy.

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MENTIRAS  Universales:

“Sobre la corrupción, tenemos muchas sorpresitas”.

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DIOS, los bendiga, ¿Saben?

VICTOR MATOS