MUERE EL PAPA de la paz, Francisco, sepultado el pasado sábado 26 mientras el mundo de hoy sigue ardiendo con las llamas del odio y la incomprensión, tanto en Europa del Este como en el Oriente Medio, donde los primeros sostienen por tres años la beligerancia mortal entre Rusia y Ucrania, y los segundos el sangriento enfrentamiento del grupo terrorista palestino Hamas e Israel… YA LA UNION Europea anunció un agresivo plan de rearme militar de defensa, en donde el primer paso ha sido dado por España al destinar diez mil millones de euros para fortalecer su aparato bélico, y el anuncio del futuro canciller de Alemania, Frederich Merz, quien anuncia que el país germano ha vuelto para cumplir con su obligación en materia de defensa que multiplicará su competitividad guerrera… NO OLVIDEMOS la desgracia sufrida el siglo pasado cuando después del humillante Tratado de Versalles, Adolfo Hitler dispuso de manera clandestina el rearme del Tercer Reich que desembocó en la locura de la II Guerra Mundial, próxima a cumplir sus ochenta años, mientras la industria militar se enriquecía cada día más, como sonido envidiable para la danza del diablo a nivel planetario… Y TODO ESTE embeleco por justificar la muerte del prójimo tildado de enemigo, en lugar de condenarlo, muchos lo aplauden, incluyendo los países tan pacíficos como los latinoamericanos en donde algunos focos guerrilleros insisten en encender la desgracia en la vecina Colombia… CON SU AUTORIDAD pontifical, el papa Francisco siempre abogó por un mundo de justicia, de auxilio a los pobres y de apagar por siempre los terribles tambores de la guerra y el tronar de los cañones, palabras que como muchas anteriores, se las ha llevado el viento, y hoy tenemos la espada de Damocles del estallido de una presunta guerra nuclear con la cual Satanás cumpliría su mandato de acabar con la humanidad sobre la Tierra… EL VIEJO REFRÁN de que “el hombre no muere: el hombre se mata” se llevaría a cabo no por responsabilidad extraterrestre sino por nuestra culpa, nuestra mismísima culpa… EL PRESIDENTE de los Estados Unidos exige a sus antes complacientes socios europeos que aumenten sus costos de mantenimiento de la OTAN, la Organización del Tratado del Atlántico Norte, desconociendo el doloroso ejemplo que nos ha dado la historia del siglo XX y que en lugar de destinar todo su poderío económico para el bienestar del mundo, danza en la cuerda floja del bien y del mal para ver qué dividendos extrae de esta experiencia, que hoy luce más peligrosa que nunca.

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Y ESTO, es todo por hoy.

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MENTIRAS universales:

“Creamos la ONU para preservar la paz mundial”.

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DIOS los bendiga, ¿Saben?

VICTOR MATOS