CONFORME AVANZAN los días, el coeficiente de sufrimiento aumenta. Una cosa es servir a la sociedad y otra cosa es triturarla. Seguimos sin luz, y como decía en la recordada Radio Táchira su director, José Alberto Rivas, apoyando a una candidata al reinado de la frontera, “sin Luz, no hay carnaval”, y como ya decimos los castigados habitantes de estos lares: “esto va para rato”…PARECE MENTIRA, pero a cada rato repetimos que no sabemos lo que se tiene hasta que se pierde, y es precisamente lo que está sucediendo con el fluido eléctrico, a tal punto que ya nos hemos resignado, pues en años anteriores, cada vez que nos dejaban a oscuras, se escuchaba el tronar de las cacerolas en protesta, que a la fecha se ha convertido en un solo rumiar de nuestra impotencia…ES CIERTO que la sequía tiene un efecto letal para el funcionamiento de las hidroeléctricas, pero también lo es que, ante esta posible circunstancia, se preparan en otras partes las posibles soluciones para que la población mantenga su ritmo natural de actividades, ya sea en el hogar, en el trabajo, en los entes escolares y en la iluminación nocturna de sus calles y avenidas…SALVO ACCIDENTES  imprevisibles, no tenemos conocimiento de apagones en países más desfavorecidos económicamente que Venezuela, como por ejemplo Haití, Bolivia, Paraguay, solo para recordar algunos, mientras que aquí la ausencia de electricidad ya se ha convertido en el pan nuestro de cada día, paralizando de esa manera el motor que mueve la industria, la energía que se necesita para el comercio o el mantenimiento para el bombeo del agua, por ejemplo…HACE POCO TIEMPO se habló de un préstamo que iba a entregar la CAF, Corporación Andina de Fomento, dirigido exclusivamente a la compra de termoeléctricas, pero la misma no se concretó, con los resultados evidentes en la actualidad…MÁS BIEN hemos puesto a caminar el ingenio oficialista, con los sabidos cuentos de camino para justificar el abandono sostenido en el sector eléctrico, que ahora es manejado incluso a nivel ministerial pero sin los resultados que serían de esperar…NECESITAMOS  luz, al igual que necesitamos el pan para comer o el agua para beber, y recordamos que desde el principio del hombre, el fuego nos sirvió para sacarnos de las penumbras de las cuevas, luego fue el aceite y el gas iluminador de mediados del siglo XIX, hasta el descubrimiento de la electricidad que impulsó el progreso y desarrollo de los pueblos civilizados…AHORA QUE EL petróleo ha alcanzado sus espectaculares cuotas de precio, sería necesario invertir parte de esos recursos en reformar nuestras plantas, adquirir las termoeléctricas y dejar de depender tanto de las hidroeléctricas, para poder dedicarnos a otras cosas.

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Y ESTO, es todo por hoy

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MENTIRAS universales:

“No le temo a la oscuridad”

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DIOS los bendiga…¿Saben?

VÍCTOR MATOS