DESDE QUE LEÍ la obra del austriaco Wilhelm Stekel, “Amor vs. Odio”, siempre me ha llamado la atención la ambivalencia conductual de los seres humanos. Tal parece que estos sentimientos los hemos heredado desde la época de los conquistadores españoles…EN ESTOS DÍAS se decía, en un popular programa de la televisión española, que en ese país no había adversarios sino enemigos, en donde se odian unos a otros, según el cineasta García y el actor Antonio Banderas, quien señalaba que en la nación ibérica siempre se criticaba el éxito del prójimo o se le rebuscaba y hasta se inventaba sobre los logros del paisano…AQUÍ, EN NUESTRO medio, en las recientes dos décadas pasadas, han sido similares estos pareceres, pues hasta hubo peleas de hijos contra padres, mujeres contra sus maridos, se acabaron amistades de años y se engendró primero una envidia y luego un odio, por posturas simplemente ideológicas, como si el mundo estuviera partido entre los que creen tener la razón y no admitir la posición del otro…ESTA ENFERMIZA postura ha llevado a la partida en dos de las agrupaciones políticas, en sacar los trapos al sol de la vendetta pública, a la disolución de la unidad de pareceres, a que cada quien vaya por su cuenta…NO OLVIDEMOS aquella cuña donde el líder aparecía con una inmensa paila con aceite hirviendo, prometiendo que allí iba a ser el destino de los adecos al fritar sus cerebros, y luego de ochenta años de su fundación, la tolda blanca está más dividida que nunca, Copei descuartizado en varios toletes, Voluntad Popular con bipolares dirigencias, Movimiento al Socialismo que apenas respira ante la escasez de seguidores, y La Causa R que ya ni se oye, y hasta el Partido Comunista de Venezuela, en donde solo aparece un solitario dirigente…EN AMOR VERSUS ODIO, el neurólogo y psicoanalista Stekel, responsabiliza a la mujer de crear estas diametralmente posturas humanas, pues para su época era la madre la que instigaba a sus hijos varones a la violencia, a ir al campo de batalla a matar por la patria, y en fin, a odiar a su semejante…ESTO, LLEVADO a la política, fue puesto en práctica de manera diabólica por el movimiento nazi en Alemania en la década de los cuarenta del siglo pasado, en un delirio fantasmagórico que llegó hasta la insania de su ductor Adolf Hitler…NO EMPRENDEREMOS nada sustentable mientras envidiemos al triunfador; achacamos nuestras deficiencias y nuestros males al otro, al ganador, y no nos miramos a nosotros mismos en ese espejo de la verdad que se llama vida, y perecemos arrastrados por nuestra mediocridad e ineficiencia. Ya es hora que nos levantemos de este marasmo.
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Y ESTO, es todo por hoy
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MENTIRAS universales:
“Solo te quiero a ti”
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DIOS los bendiga…¿Saben?
VÍCTOR MATOS