CON LA SALUD no se juega, mucho menos con su atención, que no solo es un derecho humano sino un deber de las autoridades dispensarla, por lo que nos aterra cada vez que se dan a conocer cifras, no tanto solo de la falta de insumos, de la ausencia de medicinas, sino de la escasez de la labor de esa abnegada profesión que es la enfermería para asistir a los desasistidos…EN EFECTO, se acaba de revelar que de 1.200 enfermeras que prestaban sus servicios en el Hospital Central de San Cristóbal, solo quedan 400, mientras las renuncias continúan de manera por demás preocupante…EL HOSPITAL ONCOLÓGICO, que contaba con 150 enfermeras, ahora solo es atendido por 50, y en el hospital de los Seguros Sociales, de 1.000 que se desempeñaban allí, en la actualidad únicamente cuentan con 293…EL GREMIO DE ENFERMEROS y enfermeras se cansó de pedir condiciones adecuadas para su normal desempeño. Se fatigaron de tantas protestas de calle y se hartaron de tantas promesas incumplidas, desertando de forma tan masiva que pone en peligro la salud integral de la población…SUS ACTIVIDADES no pueden cumplirlas ante sueldos que no les alcanzan ni para el transporte, mucho menos para los uniformes, clamores elevados ante las autoridades respectivas, que se hacen de la vista gorda, de oídos sordos o, simplemente, se sienten impotentes de dar soluciones a este gremio y, sobre todo, a los pacientes de los centros sanitarios, en donde sus directivos no saben ya a quién acudir para cuando menos aliviar el problema, evitar la diáspora y poder funcionar formalmente…LA CRISIS NO ES reciente y cada vez que se profundiza los medios de comunicación se hacen eco de tal angustia, pero al parecer no encuentran respuesta alguna que indique que habrá un cambio pronto y que la situación grave en nuestros centros de salud será superada en el corto plazo…YA NOS ESTAMOS acostumbrando a sumar el número de calamidades sufridas, pero esta es una de las más graves, pues está en juego la vida de los que acuden a los centros asistenciales públicos para ser atendidos y no padecer por la falta de personal idóneo, como es el ejercicio que hacen las enfermeras, auxiliar indispensable de los médicos y garantes del bienestar colectivo…POR ESTE CAMINO no habrá director alguno de hospital o ambulatorio que pueda dar respuesta a las decenas de personas que acuden para aliviar sus males, si no está para atenderles las 24 horas ese ejército de hombres y mujeres que ejercen la enfermería y que tanta prioridad tienen para el restablecimiento de los enfermos, que se sienten abandonados a su suerte.

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Y ESTO, es todo por hoy

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MENTIRAS  Universales:

“Su tensión estará vigilada por nuestro personal de enfermería”

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DIOS los bendiga. ¿Saben?

VÍCTOR MATOS