HACE ALGÚN TIEMPO, cuando asistía a una fiesta, me divertía con el ritmo de la música que la alegraba. Cuando la reunión me aburría, le ponía cuidado a la letra de las canciones. En principio disfrutaba del baile, de acuerdo al son que me tocasen, y en el segundo, reflexionaba sobre el mensaje del autor del tema sonoro…APRENDÍ, POR LO TANTO, que todos nos movemos o por las emociones o por el pensamiento, pero cuando ni lo uno ni lo otro motivan estadios de euforia o de conceptos, es cuando nos tenemos que poner a pensar sobre lo que éramos ayer, lo que somos hoy, y hacia dónde iremos a parar mañana…PUES SI EL RITMO de los acontecimientos ya no nos entusiasma, los temas que nos toquen no nos conmueven, es porque algo está sucediendo en el corazón de nuestras acciones y reacciones, tanto como individuos o ciudadanos, o como parte del pueblo en general…RECORDAMOS LA POESÍA de una canción: “Los días pasan en mis horas de honda soledad…”, que reflejan que ya estamos cayendo en la costumbre de acostumbrarnos (y aquí sí que la redundancia es valedera), a que cada día suban los precios de los artículos de primera necesidad, que de un momento a otro se pulvericen nuestros sueldos, o que pasemos horas y horas por llenar un tanque de gasolina; así como que miremos para otro lado ante la falta de gas, que los apagones son tan cotidianos que ya ni se hable de los mismos; que internet o los teléfonos nos incomuniquen y, en fin, que las mil y una plagas nos caigan sin que siquiera nos dé hipo ante tanto descalabro…PERO ESO SÍ, estamos pendientes de las redes que anuncian a cada momento y hasta abusan del llamado “flake news” sobre la llegada del apocalipsis político, que estaría al acecho a la vuelta de la esquina; que los cuatro temibles jinetes de las revelaciones bíblicas avanzan sobre esta tierra arrasada, y que el Fin de los Tiempos dejó de ser una leyenda Maya para destruirnos en cuestión de horas…EXIGIMOS QUE un nuevo liderazgo enfrente tantas calamidades, pero no salimos de seguir contemplándonos el ombligo a la espera que los de afuera solucionen nuestros problemas o que una mano providencial y prodigiosa saque su varita mágica y exclame: ¡Se acabó, ya te lo dije, se acabó”…HEMOS PERDIDO el paso de lo dispensable en el tango, que para bailarlo se necesitan dos, mientras seguimos absortos frente a tantos discursos de los políticos, analistas, columnistas, oficialistas y opositores de bajo y alto coturno, que nos siguen vendiendo tantas fantasías que llegan y se van como las plumas al viento…SIGUEN POR LO TANTO las preguntas sin respuestas. Continuamos de izquierda a derecha, como los pajaritos en grama, nos crece la barba y se nos pone blanca la cabellera, pero no salimos de una.
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Y ESTO, es todo por hoy
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MENTIRAS Universales:
“Anoche soñé con una mina de oro”
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DIOS los bendiga…¿Saben?}
VÍCTOR MATOS