Opinión

2018: EL AÑO DECISIVO

2 de enero de 2018

177 vistas

La dictadura venezolana ha mostrado hasta la saciedad su ilimitada ambición
de poder, y su firme decisión de perpetuarse en él. Ya no guardan ninguna
forma. Sus voceros, sin rubor alguno, expresan su apego al control del estado
como si se tratara de algo que les pertenece eternamente. Atrás quedaron los
días en los que proclamaban su adhesión a una “democracia participativa y
protagónica”, o su desgastado slogan: “dentro de la constitución todo, fuera de
la constitución nada”.

Ya no les importa inventarse los más absurdos e inverosímiles argumentos a la
hora de tomar todo el poder, en todos los niveles, de fomentar el
desconocimiento al más elemental derecho de los ciudadanos, y de violentar
de manera directa el texto mismo de la Constitución.

El desconocimiento de la Asamblea Nacional, el robo descarado del
referéndum revocatorio, y la instauración de una asamblea partidista con
dependientes del poder de la cúpula roja, pomposamente bautizada como
Asamblea Nacional Constituyente, representan la prueba irrefutable de la
conversión en dictadura abierta y simple, del régimen que ha destruido a la
patria venezolana.

Este año 2018, que apenas comienza, es definitivo en el plan de perpetuarse en
el poder que anima a los capitostes de la revolución bolivariana.
El fin del periodo constitucional previsto para este año, obliga a la camarilla
gobernante, a convocar la elección de presidente de la República. No hacerlo
les complica aún más, su situación política y jurídica.

La dictadura ha usado inescrupulosamente todas las herramientas del poder
para desconocer los derechos políticos de la sociedad, y para colocar a la
oposición democrática en una situación de debilidad orgánica y emocional
muy delicada. A pesar de tales maniobras, el pueblo venezolano repudia
mayoritariamente el modelo político y económico vigente, así como a sus
principales agentes y voceros.

Esa mayoría de venezolanos que luchamos y añoramos un cambio hacia la
democracia, tiene en los actuales momentos un sentimiento de malestar y
reclamo, al liderazgo político democrático por su errático desempeño de los
últimos dos años.

Esa mayoría votó masivamente la plataforma electoral sometida a su
consideración por la oposición venezolana en las elecciones parlamentarias de
diciembre del 2015, eligiendo una asamblea nacional con una mayoría
calificada para los partidos de la democracia. El desempeño de ese liderazgo
ha generado un sentimiento de frustración y desagrado muy alto en nuestros
electores.

Hay que reconocer que los ciudadanos tienen razón en formular ese reclamo.
Los dirigentes políticos no hemos estado a la altura de la circunstancia que
vivimos. No hemos asumido a plenitud el compromiso de defender a un
pueblo, que viene padeciendo los rigores del fracaso estrepitoso del socialismo
del siglo XXI.

Como lo he venido señalando en anteriores escritos, en la oposición se ha
impuesto una dinámica de confrontación y de competitividad interna
altamente disolvente y dañina. Ello lo ha aprovechado al máximo la dictadura,
para fomentar dichas diferencias, y para lanzar operaciones políticas con las
cuales desarticular aún más a la oposición política, y crear ese clima de
desagrado y desesperanza que hoy existe en nuestra sociedad.

Los dirigentes y los partidos políticos no podemos actuar de la misma forma
en este 2018. Hacerlo es entregarles el poder a los agentes del comunismo
criollo.

Este es un año decisivo por la inminente elección presidencial prevista en la
constitución. No podemos presentarnos a dicha cita electoral, con un
fraccionamiento y un desencuentro como el que tuvimos en el año 2017.
Es menester una tregua en las pugnas de la oposición. Es urgente una
reconstrucción de una unidad real, inclusiva, y con un compromiso muy serio
con nuestro pueblo.

Debemos articular un gran frente nacional, para lanzar una campaña
presidencial que nos permita la derrota política y electoral de la dictadura.

Creo firmemente que el consenso en torno a un programa político y
económico básico, y en torno a un pro hombre o mujer de nuestra sociedad
democrática, es el camino que debemos transitar en este año decisivo de
nuestro calendario político. No hacerlo, es condenar a nuestro pueblo a una
dictadura que cada día se hará mas cruel, mas destructora de la nación, y que
alejará por muchos años la esperanza de recuperar para nuestro pueblo la
democracia, la prosperidad, la paz y la justicia.

Es ya la hora de actuar apartando cualquier aspiración, por muy legitima que
ella sea. Es hora de diferir para cuando tengamos democracia el libre juego de
nuestros partidos y liderazgos. Es la hora de colocarnos todos al servicio de la
salvación nacional.

César Pérez Vivas

¡Quieres recibir el periódico en la puerta de tu negocio!

1 Mes

  • 3 Ejemplares semanales
  • Entrega gratis (Delivery)
  • Aviso impreso 2×5
  • Descuento del 5% en publicidad Digital
  • Osequio de Instagram
    1 Post 1 historia

Mensual
54.000 Cop

Pago único

Suscribirse

3 meses

  • 3 Ejemplares semanales
  • Entrega gratis (Delivery)
  • Aviso impreso 2×5
  • Descuento del 10% en publicidad Digital
  • Osequio de Instagram
    1 Post + 1 historia
  • Descuento del 5%

Mensual
51.300 Cop

Pago único

Suscribirse

6 meses

  • 3 Ejemplares semanales
  • Entrega gratis (Delivery)
  • Aviso impreso 2×5
  • Descuento del 20% en publicidad Digital
  • Osequio de Instagram
    2 Post + 1 historia
  • Descuento del 5%

Mensual
48.600 Cop

Pago único

Suscribirse