Néstor Melani-Orozco
Los mensajes esotéricos de la Masonería. En la orden de los caballeros. Era 27 de noviembre de 1820. Bolívar desde su gloria había hecho caminos frondosos y la emancipación se convertía en el sentido mayor de la libertad. «El Decreto de Guerra a Muerte» firmado en Trujillo devastó a los españoles, leales a la corona de Aranjuez. Pablo Morillo, Mariscal de Campo y testigo de las guerras de España contra Napoleón, avanzó sobre Santa Ana y desde un encuentro convocado por los altos estados mayores se presentó este interesante saludo de honor a la orden mayor de la Trinidad. Morillo era miembro de la hermandad de la masonería y el Libertador venía de la consagración treinta y tres de los pensamientos de Miranda en Londres. Como de las luces de Diógenes a través de la filosofía de Simón Rodríguez.
Ese día de noviembre el ejército de Pablo Morillo estremeció a aquel pueblito antiguo de Santa Ana de Trujillo. Mientras el General Simón Bolívar, acompañado de su edecán y de su mayordomo, José Palacios. Montado en una mula, muy descrito en las páginas por Don Tulio Febres Cordero. Mientras Morillo en corcel andaluz preguntó: «¿Es ese hombre sin traje militar, como un miliciano, a quien vosotros le temen de esta guerra?»… Y el edecán del español replicó: «Sí, su Excelencia, ese es el temido Simón Bolívar. El mismo que tumbó el quepis del Rey Fernando en el Palacio Real de Madrid ¡El mismo! Quien nos ha hecho correr por los caminos de Colombia»… Se ordenó al estado mayor y el batallón de Morillo hizo los saludos de honor, y Bolívar humano y grande se acercó al Mariscal español. Morillo saludando dijo: «¿Con vuestra presencia es la Guerra?»… el Libertador, descubriéndose de su sombrero de caña respondió: «No. La Guerra es con la patria por la libertad, seremos libres de todo imperio y libres de ser esclavos»… Se saludaron y entre una inmensa conversación secreta en la casona de los Hermanos Gil de Ballaneras, esa noche se concedió el armisticio.
El Dr. Roberto Barrios relata los momentos de Santa Ana: «Y aquella noche en una habitación de la casona Gil de Balleneras en camas separadas durmieron los dos generales de la guerra y hablaron hasta el amanecer» El Mariscal Morillo regresó a España, donde fue sometido a un juicio ante las cortes, la Corona perdía posiciones en sur América. Estando ante los jueces militares en el Palacio real, le acusaron de cobarde. Pero el mariscal respondió: «Bolívar es una revolución… Búsquenme cien hombres como Páez y les conquistaré al mundo»… Un grito de América aferraba los blasones del imperio de España. El Libertador contaba en ese encuentro con 37 años de edad, muy joven y valiente. Más inmenso que todos los guerreros de la Tierra.
Diez años después de 1820, Bolívar fallecía en Santa Marta. El general irlandés Daniel Florencio O’Leary, edecán del Libertador, fue a París para solicitarle al Mariscal Pablo Morillo le concediera revisar sus archivos, ya que escribía las memorias del Libertador, y Morillo, quien vivía en Francia alejado de los conflictos de España, muy diplomático y gentil caballero entre lo honesto le concedió ese honor. Estando O’Leary descubriendo tantos hechos en el archivo del Mariscal español, un día se presentó el viejo militar trayendo un dibujo de su rostro para describirle: «Este retrato mío lo hizo Simón Bolívar, aquella noche de Santa Ana cercana a Trujillo, el día que firmamos el armisticio de la Guerra de la Gran Colombia, ya vuestro General abría la gloria de Boyacá, de Carabobo, como la verdad de Ayacucho con su noble ejército de leales guerreros»… Memoria narrada ante la Sociedad Bolivariana de Caracas por Don Mario Briceño Perozo, significado del Mariscal de Campo, demostrando lo humano de Bolívar y la capacidad infinita de estadista. Más de entender que poseía los dotes de dibujante venidos del maestro Juan de Urbina, muy anciano el mentor de aquella Caracas de San Jacinto y de la amistad con Francisco de Goya y Lucientes, en España, el pintor del rey de quien Antonio Mayo en 1808 lo llevó a conocerle en Madrid.
Es de asombro como nosotros venezolanos al estar en Santa Ana de Trujillo, aún las huellas de la casona de los Gil De Ballaneras, muy al frente agonizante en su arquitectura, mientras de auras un obelisco sostiene la preciosa escultura de Lorenzo González donde en un armisticio de la orden mayor de las hermandades, Bolívar saluda a Morillo con un abrazo de lealtades. Mientras palomas libres vuelan al azul de los Andes… y la patria marcha con honor de la libertad… Para que vivan las presencias en cada memoria… _____________
*Artista Nacional. *Cronista de La Grita. *Maestro Honorario. *Doctor en Arte. *Premio Internacional de Dibujo Joan Miró 1986. Barcelona. España. *Miembro Honorario de la Sociedad Bolivariana de New York. *Premio Nacional del Libro 2021. *Miembro Fundador de la Sociedad Bolivariana de La Grita. *Honrado con un Salón en su honor en la Gobernación del Táchira. 2022. *La Feria Internacional del Libro 2023 se dedicó en su nombre. *Por decreto del Gobernador del Táchira se erigió la Estampilla Fiscal con sus obras bolivarianas. 2024.