Hassine Abassi, Premio Nobel de la Paz, acaba de hacer una visita a Venezuela. Abassi fue secretario General de la Central Sindical de Túnez.
Fue en Túnez en donde se inició la Primavera Árabe. El 17 de diciembre del año 2010, un humilde vendedor ambulante se quitó la vida en el medio de la calle en protesta contra los abusos del Gobierno. Miles de tunecinos salieron a protestar contra la dictadura.
El ejemplo de Túnez fue imitado en el resto del mundo árabe.
En Egipto, millones de personas protestaron contra el gobierno de Mubarak. En Libia se alzaron contra el coronel Gadafi.
En Siria comenzó la guerra civil contra Bashar Al Assad.
Era la Primavera Árabe. Se desató una violencia que ha dejado un saldo de muerte y destrucción.
La guerra civil en Libia terminó con el “asesinato” del coronel Gadafi. Muchos pensaron que con esa muerte terminaba todo. Veinte años después, Libia vive al borde del abismo. Un país dividido, a merced de unos asesinos agrupados alrededor del llamado “Estado Islámico”.
En Túnez, un liderazgo inteligente ha salvado a ese país de la desgracia de sus vecinos.
Lograron una evolución democrática ejemplar. Dejaron a un lado la confrontación política, han logrado mejorar la economía y encaminan al país en la dirección del progreso y de la paz.
A los venezolanos nos toca decidir si seguimos al ejemplo de Libia o el de Túnez. Si apostamos a la violencia o a la inteligencia.
Los opositores al gobierno de Maduro debemos construir una alternativa que contribuya a lograr un desenlace pacífico, democrático e institucional.
Hace unos años, los cuatro que lideraron el proceso de “transición a la democracia” en Túnez recibieron el premio Nobel de la Paz.
Lo denominan el “Cuarteto Tunecino”: Son los representantes de la Unión de Trabajadores, la Unión de Empresarios, la Liga para la defensa de los derechos humanos y el Colegio de Abogados.
De acuerdo con el Comité del Premio Nobel, el premio se les otorgó como “un reconocimiento a la contribución de esas cuatro instituciones y de sus líderes al logro de una solución democrática ejemplar, alcanzada por encima de los enfrentamientos políticos, de las brechas sociales y de la crisis económica”. Al momento de recibir el premio, el líder sindical del cuarteto declaró que: “el premio es un mensaje a la región y al mundo, acerca de la fuerza de la negociación y del diálogo”.
Seguiremos conversando. (Eduardo Fernández)
@EFernandezVE