Carlos Casanova Leal
La premisa para lograr la salida; es, organización ciudadana, para ejercer presión de forma permanente, y, presión internacional constante y en aumento para ambas sobre el régimen.
El éxito de un nuevo gobierno democrático, depende de un exitoso gobierno de transición, que sustituya el modelo comunista y desmonte todo su andamiaje, en todos los ámbitos; y esto no se logra en tiempos breves.
Una transición que no pueda desmontar el modelo, o lo haga parcialmente, por el apuro de unas elecciones presidenciales, nos conducirá irremediablemente a la ingobernabilidad. La razón es fundamental entenderla; la gobernabilidad depende de la legitimidad (que se logra con la elección) y depende de la capacidad de procesar demandas, de resolver las necesidades, de una sociedad hoy declarada en emergencia humanitaria; que sin contar con las estructuras comunistas no podrá responder a las necesidades sociales.
Con esto les digo, que la democracia puede revertirse, así como una transición hacia la democracia sin contar con los extremos para garantizar su eficacia, puede ser revertida.
El objetivo debe y tiene que ser un gobierno de transición, que pueda hacer su trabajo, y ese compromiso no se hace en 7 meses, ni en nueve, que es lo que están planteando para hacer hipotéticamente unas elecciones presidenciales.
La transición debe hacerse con cualquier fórmula de salida del régimen.
Recibir de la tiranía el ejercicio del gobierno en las actuales condiciones de bancarrota, endeudamiento, los sectores de petróleo, gas, electricidad, agua, en colapso y obsolescencia tecnológica; sin producción en el campo, ni en la industria ni la agroindustria; con el sistema monetario con un bolívar que no compra nada, hospitales e industria farmacéutica sin capacidad de respuesta; por solo mencionar algunos aspectos; sería muy peligroso; ya que no es posible recuperar en lo inmediato estos temas.
La sociedad espera el cambio para que le resuelvan los problemas, no para ver a Maduro solamente fuera del poder; esa sociedad exigirá respuestas ya que está en estado de subsistencia.
¿Cómo quedaría la Asamblea Nacional Constituyente con la elección presidencial? De esto no se habla y hay que hablarlo, no puede coexistir. ¿Los poderes públicos ya nombrados por el chavismo, los eliminará un nuevo presidente? De ello tampoco se habla; y aquí no cabe aquello, de que, salgamos de Maduro y después vemos; no, así no puede ser. ¿la Fuerza Armada? Que hemos dicho no son tales fuerzas armadas ¿el nuevo presidente los pasará a retiro y a las milicias?
Tenemos que tener cuidado, se tiene que desmontar el andamiaje jurídico estructurado desde los poderes públicos, si no se desmonta, se puede caer en la coexistencia, de un presidente en el modelo que aspiramos cambiar.
Por último, quiero expresar, que el tema del terrorismo es actual y vigente en Venezuela de la mano del régimen, el narcotráfico, la guerrilla y los grupos colectivos armados. Estos son problemas internacionales de carácter policial por sus actividades ser de carácter criminal. ¿Cómo queda desde una elección presidencial?
La corrupción de Venezuela es planetaria, y no puede quedar escondida en los entornos de dirigentes del nuevo gobierno.
Si admitimos una crisis de liderazgo en el sector opositor, ¿seguiremos hacia unos retos más difíciles, sin legitimar liderazgos? Lo dejaremos todo para después.
El axioma dice, que lo que se deja para después se queda en eso para un después que nunca llega.
Finalizo señalando, que lo más importante no es la elección presidencial, es lo más peligroso. Lo más importante es un gobierno de transición que pueda actuar de tal forma que pueda entregar a un nuevo gobierno democrático, legitimidad para que ejerza sus funciones, con capacidad de respuesta, de donde los problemas señalados se hayan desmontado; y, así decir al final; desmontamos el comunismo, lo desplazamos con el gobierno de transición que nos lleva al nuevo gobierno democrático. (Carlos Casanova Leal)