Humberto González Briceño
La falsa oposición celebra la firma de los acuerdos de Barbados con el chavismo como si se tratara de una victoria épica que llevará al retorno de la democracia en Venezuela, según dicen.
Se dice que los acuerdos firmados fueron tres. Dos que fueron difundidos por párrafos y a cuentagotas y un tercero que por razones desconocidas, aunque sospechadas, se mantiene en secreto.
De los dos acuerdos firmados uno se refiere al Esequibo y el otro al tema político-electoral. El acuerdo sobre el Esequibo básicamente compromete de antemano a la falsa oposición en apoyar la posición del gobierno de Nicolás Maduro frente a Guyana por razones patrióticas, cualquiera que esta sea.
El Acuerdo político y electoral sólo contiene promesas vagas, ambiguas y difusas sobre condiciones y garantías electorales. A pesar de ser promesas genéricas difíciles de precisar e incluso de verificar los Estados Unidos las consideró como suficientes para levantar las sanciones sobre el gobierno chavista.
El acuerdo donde el gobierno chavista no se compromete a nada concreto igualmente queda sujeto a la buena voluntad y disposición que tenga este para cumplir con esos compromisos de por sí indeterminados.
Por supuesto, hay quienes desde ya anticipan que el chavismo una vez más lograra zafarse de esos acuerdos, como siempre lo ha hecho. Una cláusula de garantía que podrá invocar el chavismo en cualquier momento es la legalidad y Constitucionalidad de esos acuerdos.
Tal como queda reiterado hasta la saciedad en ese texto suscrito por el chavismo y la falsa oposición todo, absolutamente todo, queda sujeto a la Constitución de 1999 y a las leyes en vigencia, Constitucionalidad y legalidad ejercida por órganos como el Tribunal Supremo de Justicia y el actual Consejo Nacional Electoral.
Pero hay otra garantía que también podrá ser invocada por el chavismo en cualquier momento para salirse de estos acuerdos. Y es cuando reparamos que la razón por la cual la última ronda de negociaciones en México fue suspendida unilateralmente por el chavismo fue precisamente para exigir la liberación de Alex Saab, preso en los Estados Unidos.
Aparentemente Alex Saab como materia de negociación no estuvo formalmente en los Acuerdos de Barbados. Aunque hay quienes aseguran que el mentado tercer acuerdo que se mantiene en secreto se refiere precisamente a las gestiones que debería hacer la falsa oposición para interceder ante el gobierno norteamericano y lograr la liberación de Saab.
El punto es que siendo esta una materia aún pendiente por resolver nada impide que el gobierno de Nicolás Maduro la vuelva a invocar como una razón poderosa para no cumplir con los acuerdos genéricos y suspender nuevamente las negociaciones.
Para ese momento quizás ya habrán ocurrido las elecciones presidenciales y habría que comenzar nuevamente desde el punto cero a negociar condiciones y garantías electorales…pero para las elecciones que se celebrarán dentro de 7 años.- @humbertotweets