José La Cruz
El 16 de febrero de 1985 en un absurdo accidente a las 12:30 de la noche, en la autopista Valle-Coche, perdió la vida el cantautor venezolano Ali Primera, hoy Apóstol de la Revolución Venezolana, dejando un enorme vacío hasta hoy insustituible en su canto y poesía al amor, la solidaridad, la unión, la humildad, honestidad y las justas reivindicaciones sociales no solo del pueblo venezolano, sino de América y todos los pueblos del mundo. Ali fue un poeta que fusionó el cristianismo con el marxismo, doctrinas como armamento para cantarle a la vida, al hombre y mujer en sus distintas etapas etarias, combatir las injusticias sociales, la corrupción, el nepotismo y la demagogia, resaltó las bondades de la naturaleza, la flora y la fauna, el paisaje, el agua, el sol, el fuego, la salud, la educación, la fe en Dios, la lucha por la vida digna y la reivindicación del hombre y su eterna lucha por consolidar los Derechos Humanos.
Su canto y su lucha muchas veces lo llevaron a la cárcel para intimidarlo y lo que lograron fue profundizar su fuerza poética y revolucionaria consolidando su combate irreverente, poético, solidario y su amor por la patria de Bolívar, el “hombre de las dificultades”, razón que lo catapultó como un auténtico y exclusivo bolivariano.
Regresaba a su hogar luego de grabar parte de su nueva canción “Por si no lo sabía”, inspirado en la contaminación del lago de Maracaibo y preparando el Festival Latinoamericano de la Canción Bolivariana, sueño que se frustró por el inesperado accidente, hecho que enlutó a numerosas familias y a quienes lo conocimos y acompañamos en sus diferentes presentaciones en diferentes ciudades de Venezuela y Latinoamérica.
Desde la fundación Ali Primera, homenajeamos en esta fecha a nuestro canta-autor y seguiremos recordando y difundiendo su obra para reflexión y lucha de las futuras generaciones y una oración por el eterno descanso de su alma y recordando tu repetida frase: “Que mi canto no se pierda”. Te decimos: “Panita, tu canto será eterno”.
¡HONOR Y GLORIA, CAMARADA!