La comunidad internacional está más activa ahora con decisiones que van aumentando la presión sobre Venezuela y el Gobierno de Maduro de posibilitar una transición de gobierno nuevamente a la democracia perdida.
Venezuela está en la agenda de todos los encuentros diplomáticos, de organismos regionales y presidenciales. La razón es muy sencilla. Existe la convicción de que el Gobierno de Maduro derivó en un autoritarismo que borró las formas republicanas y democráticas, que persigue, tortura y desaparece a la disidencia. Saben que con la fraudulenta constituyente instalaron un gobierno por encima de la Constitución, un gobierno de facto que no está sometido a ningún ordenamiento jurídico y va a su paso escribiendo a su conveniencia las leyes y borrando la Constitución.
La comunidad Internacional en lo económico tiene claro que Venezuela es un Estado fallido, que no puede suministrarle al pueblo ni medicinas ni alimentos, que el nivel de calidad de vida se perdió en razón a que en Venezuela se sobrevive. La ruina del modelo comunista impactó de tal forma a la población que generó una diáspora emigrante hacia el exterior, con las consecuencias lógicas de crear problemas sociales a donde se llega.
La crisis inducida sirvió para acabar con la propiedad privada del ciudadano hasta llevarlo a no tener nada y sirvió para crear el endeudamiento con fines de enriquecimiento del entorno, al punto que Venezuela paga por los bonos las más altas tasas de interés del planeta, y es lógico que así sea, toda vez que los tenedores de esos bonos son enchufados rojos rojitos a los cuales hay que quedarles bien sin importar el hambre del pueblo. La “golilla” de estos bonos es tal, que se consideran son una transferencia de riqueza de Venezuela a cuentas particulares.
La comunidad internacional tiene la convicción por los números que el balance de muertes e indicadores económicos que presenta Venezuela están más altos que los de Siria, que tiene una guerra civil. El sistema de salud ya no funciona, la moneda no cumple su función de contraprestación del trabajo y no alcanza ni para hacer mercado.
La comunidad internacional ahora al parecer también tiene la convicción de que PDVSA es una empresa criminal, que funcionarios del Gobierno tienen relación de jefatura en materia de narcotráfico, de terrorismo internacional con Hizbola, con lavado de dinero y de activos, contrabando. La comunidad internacional tiene la convicción de que el gobierno de Maduro le entrega en garantía a China la riqueza del país con tal de recibir efectivo para poder financiarse.
La convicción de estos hechos es la razón por la cual la comunidad internacional aumentará la presión con las denominadas sanciones para lograr desmontar la organización delictiva internacional que tiene por epicentro Venezuela. En la medida de que la comunidad internacional tenga convicción de estos hechos, serán más países presionando para lograr la transición diplomática, la llevaran al extremo para no utilizar la intervención militar con fundamento legal para hacerlo como es la Convención de Palermo; acuerdo internacional para desmontar e intervenir cuando una organización criminal tiene actuación en el marco internacional.
Se corrió el Gobierno de Maduro del solo hecho de gobernar para involucrar al Estado en hechos sancionados por leyes internacionales de las cuales Venezuela es firmante.
(Carlos Casanova)