No crean que me referiré al Libertador. No señor. Ni pensarlo. Aunque hay historiadores que tienen una concepción de Simón Bolívar que llaman a la reflexión. Lo acusan de muchas vainas. (ojo: “vaina” no es un palabra del vulgo; si no, pregúntenle a Maduro que ha sido capaz de mentarle la madre a un ciudadano en “vivo y en directo”).
A Ver. No nos salgamos del tema que quiero abordar. El bolívar que me trae a estas líneas es el que llevamos en los bolsillos (perdón, que ahora cargamos en bolsas y paquetes amarrados con ligas). Es decir, los billetes del llamado nuevo cono monetario. El que denominaron “soberano”. El mismo que hace apenas unos meses circula en Venezuela y que para muchos comerciantes pareciera ser el “villano” de la comarca, porque lo rechazan. No quieren nada con él. Al menos los de baja denominación (billetes de 2 y 5 Bs). A propósito, una abuelita jubilada en educación (muy lúcida) de 73 años, (ella me lo dijo), me señaló: “Venezuela es el único país que se da el lujo de producir y desechar conos monetarios todos los años (pausa)… Venezuela aún tiene mucha plata de por medio… compra toneladas de perniles para repartirlo a los pobres… y se ve a la gente como corderitos buscando su comida…”.
No me estoy saliendo del tema. Porque para usted comprar un rubro, digamos de queso amarillo (si lo consigue), o el mismísimo pernil, tiene que pagar unos cuantos bolívares. Pero ya va. Si son billetes de 2 o 5, tiene que cargarlo en una maleta. ¿Y cómo vamos a llevar una maleta llena de billetes de 2 Bs? Usted me dirá: pero para eso están las tarjetas de débitos y de créditos, y además, los cheques. Craso error. Mire, por ejemplo, las colas en cualquier panadería para comprar apenas dos canillas de pan salado (si los hay).Además, en algunos bancos no hay chequeras porque papel no hay.
Es decir, y sin adentrarnos en lo que debe ser una economía en un país “potencia”, los benditos billetes, para no decir el cono completo, van a tener que volver a sacar otro pero de mayor jerarquía, porque ya el “nuevo cuño” parece que pasa a la historia. Aaaaahh. Otra cosa que comentaba la “abuelita” arriba mencionada: “parece que antes de la toma de posesión de Maduro, el 10 de enero, habrá otro aumento de salario mínimo…”.
Solo reflexioné: obvio. Para tener al pueblo mucho más entretenido. Porque aquí y en cualquier país donde la economía es una locura, todo el mundo anda en una grandísima expectativa. Tan es así, que en las calles y en las mismísimas escuelas, usted observa carteras, collares, casitas y barcos, tejidas con billetes de 100 Bs ya desaparecidos. ¿Nuestra economía es o no una locura? Ahora mismo, (hoy domingo cuando escribo estas líneas), al parecer, el bolívar en Cúcuta está en 0,004 pesos. Con mucha razón la gente se va de este “mar de la felicidad” en busca de un bolívar “duro”. Lástima.
Ahora,caben las preguntas que se hacen los de a pie: ¿quiénes o cuáles son los economistas que asesoran a Maduro? ¿Son venezolanos? ¿No sienten los estragos de esta paranoia económica? ¿Cargarán monedas nuevas o dólares en sus billeteras? ¿O serán los nuevos billetes los villanos de la pradera? Pues, mis estimados lectores, y a pesar de esta burda economía mal parida, mal idea por “sabiondos” (así llaman a los que se creen que lo saben todo)… ¡Feliz navidad!…. Aaaaahhh… y se abre el debate en santa paz pues.
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Alfredo Monsalve López