Carlos Casanova
La pandemia China, la caída del precio del petróleo, la disminución de la producción y del comercio, así como la caída de las bolsas de valores, ha conducido al mundo a una gran parálisis; haciendo prever que el planeta se enrumba a una depresión económica.
Los modelos políticos y económicos están puestos a prueba; esta situación la humanidad nunca la vivió; casos por separado, pero esta es un cóctel donde todo coincidió y agravo todo.
En esta prueba de fuego para la civilización el socialismo no pasa en su intento, no existen posibilidades ni actuales ni futuras que con este sistema en Venezuela logremos la normalidad de otros tempos.
Los sistemas de salud están respondiendo en la mayoría de los países, otros como el de Italia o España colapsaron por la cantidad de contagios, caso contrario al de Venezuela que está colapsado, antes de que el mundo entrara en crisis. Nunca permitió el régimen el ingreso de la ayuda humanitaria, y al final vista su incapacidad para manejar la profundización de la crisis, han pedido una ayuda especial a la Organización Mundial de la Salud (OMS), lo que constituye una solicitud de ayuda humanitaria espacial.
Mientras que en los países capitalistas la escasez será momentánea, en los países socialistas como Venezuela y Cuba no hay producción y en consecuencia la escasez se agudizará. Sin producción industrial, agroindustrial, agricultura y ganadería, es imposible mantener los suministros del consumo actualizado en anaqueles, cuya dinámica es más rápida que la dinámica de la producción.
Los gobiernos han podido inyectar dinero a la economía gracias a que sus Bancos Centrales tenían las reservas económicas, Venezuela no tiene reservas en el BCV, le quitaron la autonomía y el dinero se esfumó a manos privadas.
El gobierno de los EEUU dispuso de la entrega de mil dólares por cada estadounidense y 500 por niño para apalancar la estabilidad familiar, cosa parecida hacen otros países, en Venezuela se plantean algún reparto por vía del carnet de la patria como si el resto de ciudadanos no son venezolanos.
En líneas generales, con este modelo socialista del siglo XXI esta crisis será más dura para los venezolanos, los resultados serán negativos para Maduro y compañía.
Mientras no se entienda que al país está por encima de sus aspiraciones de mantenerse gobernando, estaremos en crisis ayer, hoy y no tendremos mañana.
El mundo será otro después de esta crisis, el mundo se desglobalizará y se desasiatizará, las energías limpias serán la prioridad, la cuarta revolución industrial, la era tecnológica se impulsara aún más para acercarnos a los conocimientos de los nuevos tiempos.
Dios los bendiga