Porfirio Parada
Por el mapa geográfico entre los dos países, me dijo que entraron por abajo, una gran distancia desde donde vivo hasta ese gran río. De los grandes ríos de sudamérica, que desemboca por espacios donde se ha dicho que por ahí nació el mundo. Luego estuvieron las dos en Caracas. Conocieron la capital. El mapa, arte de la cartografía, conociendo territorios y también personas, carreteras y montañas, sus viajes, sus descubrimientos. A tu hermana le gustan mucho los mapas, es buena explicando, comentando sobre ellos, cuando explica dibuja una sonrisa por la emoción en lo que dice. ¿Cuánto tiempo ha pasado desde que regresaste? Luego no supe si me despedí bien, bueno tardamos un poco, cuando llegamos fue la partida, un momento de tensión que no es más que la reacción de la despedida sanguínea, de hermanas, mientras se vieron unos días aquí en la distancia, de todo un poco, planificando sin itinerario o una vía posible del disfrute que se creaba solo transcurriendo los días, por el descubrimiento de nuevos senderos para ti y en parte para todos, nuevos mapas mentales que uno va guardando y olvidando en esta vida.
La segunda vez que te vi fue mientras ella se dirigía agitada para su día de graduación en la escuela de filosofía, hermosa como se vistió (en la mañana la acompañé a comprarse unos tacones rojos por el centro para combinar su falda confeccionada por la señora Teresa en Capacho) al verla le dije que si nos acompañabas, me dijo que esperabas en el apartamento. De vaina te llegué a saludar entre la breve distancia, el sonido de la noche, el tráfico, entre la puerta del carro, íbamos retrasados a la escuela. Y la primera vez que te vi fue en un encuentro espontáneo, por videollamada, ustedes entre hermanas hablando, saludándose y Greissy ubica el celular para que nos podamos ver y saludar. Me acuerdo que fue una videollamada importante para ustedes, sobre todo para la lideresa. Hubo varias emociones y palabras dichas, los procesos y las circunstancias. La injusticia, la memoria, el dolor, la voz. Mire Karla desde esa fecha, desde esa videollamada hasta que viajaste a esta ciudad pasaron muchas cosas. Varias, seguro que en su vida también. Y desde que te regresaste a Bogotá, luego Villavicencio, han pasado otras cosas más. Supongo que el mundo y la vida se mide también por la espera, por los cambios, se mide por los viajes dentro del viaje.
¿Cómo conocer a la hermana de tu amor? ¿Cómo hablarle? Pensé erróneamente que, de tu estadía, posiblemente te iba a ver como dos o tres veces máximo. Nos vimos casi todos los días, solo excluyendo un día, creo. Fueron alrededor de 10 días. Tu visita a San Cristóbal estuvo a la par de dos eventos disparejos, uno distinto del otro distanciado por las fronteras y los contextos. En Colombia se vivía o se vive el conflicto armado, el narcotráfico, en el territorio del Catatumbo, muchos desplazados. Su viaje coincidió con el conflicto, pero también coincidió con el bochinche de la Feria Internacional de San Sebastián, que se celebra todos los meses de enero en la capital del estado Táchira. Fluyó subir a las ferias varias veces, fluyó bailar en lugares de feria, fluyó que conocieras la ciudad desde su feria por Pueblo Nuevo, con el pueblo pasando con sus familias, amigos, parejas. El ruido, las luces. Te vi riendo mucho con Greissy, bailaste mucho con Manuel. Fuimos hasta donde Los Amigos por la Cueva del Oso, lugar para bailar y pasarla bien, bailamos y nos tomamos fotos, salimos y conversamos afuera. El tiempo pasaba entre los pequeños detalles. En las mañanas desayunábamos todos, en las noches compramos comida para hacer, fuimos también para Peribeca donde adoptamos a una gata, que ya tiene nombre: Tata, en un principio entre bromas le decíamos “Peribeco” Te gustó el pueblo, el breve viaje, compraste miche para tu padre, comieron dulces típicos andinos. Viste la estatua de Simón Bolívar en la plaza, frente a la iglesia. Fue chévere.
Me dijiste que levantabas tu propia casa que ya está hecha. Que está dentro de un hermoso paisaje, un río, árboles, hay cielo abierto, tienes animales, la casa es grande. Tienes moto, tienes una agrupación musical, tocas percusiones, la música es del folklore colombiano, territorio dentro, conociste a otros percusionistas de aquí, hiciste percusión con ellos por un instante, en el corto tiempo. Hablamos de Dios, de su no creencia, de Alí Primera, de una película que le hicieron a Violeta Parra. Con el paso de los días me di cuenta de algún acento, algunas palabras y tonos, alguna jerga y expresiones tienen, se parecen, entre ustedes dos. Fuimos a un partido de fútbol del Deportivo Táchira, nos sentamos en la tribuna popular sur, donde está la barra. Fuimos a un concierto donde vimos a King Changó y Desorden Público, días antes del concierto ya habíamos pasado caminando en ese lugar, con luna llena, tragos, personas levantando la tarima, con la calle sola. En una noche me mostraste agrupaciones y cantos del vecino país, yo compartí contigo y los demás dos videos de mi autoría. Durante tu visita a la ciudad, quise hablar cosas contigo que no hablamos, y hablamos cosas que no tenía pensado comentarlas. Karla quise decirte Charly en un momento, pero por falta de confianza no lo hice, además, tengo entendido que te dice muy pocas personas, entre esas tu hermana y padre. Me dijiste “cuñado” entre risas, donde Los Amigos, me tomaste fotos con tu hermana mientras me abrazaba con ella, nos besamos.
La escritura de esta carta no está ordenada cronológicamente, es la fluidez de escribir, la luz de los recuerdos y como se reflejan mientras van saliendo. Sin olvidar aquella vez, el mismo día del concierto de Desorden Público, llovió horas antes y ustedes estaban visitando el Parque Nacional Chorro El Indio, fui a buscarlas entre el aguacero, hiciste bromas porque duré una eternidad hasta que llegué y ustedes guardadas entre los grandes árboles y tierra mojada. Caminaste por un barrio cerca donde vive Greissy, Manuel nos hizo pastelitos andinos. La masa se compró en una bodega. Caminaste por Barrio Obrero, creo que en tu primera visita también. Nos sentamos en la Plaza Los Mangos. Te subiste en la buseta Línea Intercomunal, una de las más usadas para ir a la feria. Conociste el Delta Hideaway en la urbanización San Sebastián del Barrio 23 de Enero, donde vive Naudy. Hablamos de música, de la vida, de bandas de rock, de festivales. Recorriste la ciudad incluso en una grúa cuando llevaban el carro que se le dañó la correa. También sé que disfrutaste mucho con tu hermana, dentro del tiempo que Manuel y yo no estábamos. Hablaron de Colombia, de la familia, de algunas personas, de espacios. Me dijiste que una vez viviste por el llano venezolano, ese llano donde compartimos tanta tierra, ríos, cantos, ordeño y gente.
De todo viaje se aprende algo, los mapas y las geografías, pero también uno puede viajar con otra persona hacia uno mismo. Tu hermana me ha enseñado cosas valiosas de la vida, la admiro mucho, es una gran persona. Seguimos escuchando música, cantabas sin articular palabras la canción de Gustavo Pena El Príncipe: “Los pibes allá en la esquina, están como dibujados”. Le envié luego una versión de esa canción a Greissy para que se la enviara y tú le respondiste que yo escuchara el grupo colombiano Venlandia y la tigra con la canción Venezuela, habla de Cúcuta, del tecnomerengue, de San Antonio, Búcara, ocho ñeros, dos sifrinos. Me gustó tanto la canción que la compartí en mi programa de radio. Es que estamos ahí cerquita, colombovenezolano, binacional. Distintos pero nos parecemos en algo. En el último día vi la masa, el gran tumulto de gente en los últimos días de feria, subimos nuevamente pero ya de despedida, no supero ese día como se veía Greissy de hermosa, le hablé una vez más de nuestro amor, luego de caminar en un concierto de música llanera que vimos entre la rumba. Bailamos tanto que en el baile me absorbieron los tragos y la calentura de los movimientos, sin acordarme me molesté con Greissy para luego olvidarme de la molestia, por un paso en la pista de baile que era de cemento como el de la calle. A los minutos se me pasó, seguimos bailando en otro espacio, pero este era de arena y pequeñas piedras, para luego irnos en Taxi y pedirle con la memoria vencida que me permitiera verla y abrazarla antes de dormirnos. Pagaste el taxi, 15 pesos. Amanecimos los cuatro y una gata en una cama, terminando la faena de 10 días seguidos viéndonos casi sin parar.
¿Qué viene después? Que viene después de la feria, después de los carnavales, después del trabajo, de los viajes, de los recesos y vacaciones. Que viene después del silencio y el refugio, después de los falsos positivos y las falsas acusaciones, después de la libertad y el libre transitar, después del tormento y el reposo, que viene después de las otras videollamadas, de las otras declaraciones, de las otras esperas, que viene luego de hacer el amor después de días de espera con la persona amada. Por último, fuimos al Parque Metropolitano, todos, los cuatro, ¿Estaba Tata? sin querer revisé entre los documentos guardados del celular y vi una canción del gran artista argentino Charly García. “Cerca de la Revolución” anochecía, compartí la canción y tú Charly cantaste una parte de la canción. estábamos acostados en la grama, Greissy llevó una pequeña torta, dulce de la panadería para compartir. Miramos al cielo y Greissy dijo que Dios es bueno. Ustedes luego, las dos, hablaron de su infancia, cuando dormían las dos, y Greissy la despertaba por sus sueños, pesadillas. Cuando nos despedimos en el terminal, en frente con el taxi saliendo, todavía conservo las palabras que me dijiste, tu abrazo sentido, despedida que fue un vacío inmediato. Nos tomamos una ronda de cerveza entre lo raro del momento. Bueno por estos días era la Feria del Libro aquí en San Cristóbal, tu hermana compró mapas de Venezuela, mapa político, mapa territorial, que ya están pegados en la pared donde vive. Karla espero que estes bien, esperando lo que no se espera, lo que viene, la vida misma pues, entre el trayecto de un camino, uno inesperado, uno de nuevas y buenas noticias, que sigas haciendo música. Un gran abrazo.
Lic. Comunicación Social
Locutor de La Nación Radio