Alejandro Bautista González
…Y pueblo somos todos. Desde hace unos dos años para acá y ahora, con mayor insistencia, prevalece la intención, ya un clamor del común de la gente, o ciudadanía en general que propugna por la realización de una Consulta popular. ¿Por qué? ¿Cuál es la razón?
Todo derivadel rechazo mayoritario del pueblo a participar en las “elecciones”parlamentarias convocadas para el próximo 6 de diciembre. Suena raro, porque al venezolano le gusta elegir. El problema consiste en que el ente convocante, en este caso el régimen gobernante, sin argumento ni justificaciónalguna, omite el cumplimiento de las exigencias mínimas establecidas en las leyes y reglamentos vigentes, de estricta observancia, para la realización de eventos como el aquí señalado. Por otra parte y por las mismas circunstancias, este mismo pueblo, o ciudadanos, ratifican que hay una deuda pendiente con el electorado venezolano, como es la repetición de la última elección presidencial de 2018, la cual fue considerada nula,tanto por la Asamblea Nacional, en sesión especial, y mediante Acuerdo Legislativo, así como por el Tribunal Supremo de Justicia en el Exilio, en decisión proferida en el año 2018, lamayoría de los partidos opositores, y la sociedad civil organizada, por ende, eldesconocimiento del usurpador gobierno, e igualmente,por la mayor parte de los más importantes países de la comunidad internacional; hecho este evidente y del conocimiento público.Ante tales señalamientos, si el régimen persiste en realizar la elección del próximo 6-D, saltándose el cumplimiento de leyes y reglamentos vigentes, este acto también carecerá de validez, por lo cual se considerará nulo de nulidad absoluta, e incluso considerado como acto inexistente para el mundo del derecho, tanto nacional como internacional.
Pero el país no puede seguir a la deriva, acéfalo de dirección. Venezuela requiere de un gobierno legítimo, constitucional, para poner fin a esta anómala situación que ya arriba a los dos años.Se sobreentiende que existe un rechazo del régimen a entregar el poder, sus motivos tiene. Pero la ciudadanía, en ejercicio de su soberanía, exige y tiene el derecho que le dan la Constitución y nuestras leyes, de darse el gobierno que necesita. “La soberanía reside intransferiblemente en el pueblo, quien la ejerce directamente en la forma prevista en esta Constitución y en la ley, e indirectamente, mediante el sufragio, por los órganos que ejercen el Poder Público” (Artículo 5 Constitucional).
Seamos prácticos, invoquemos la sensatez recurriendo al buen juicio, prudencia y madurez de nuestros actos y decisiones. En el juego político, en el ejercicio de nuestros derechos soberanos, la Constitución, art. 6, señala:“El gobierno de la República Bolivariana de Venezuela…es y será siempre democrático, participativo, electivo, descentralizado, alternativo…y de mandatos revocables”. Otros calificativos, aparte de los aquí señalados, no contempla nuestra carta máxima. De manera que no procede lo de socialista, comunista, capitalista. El gobierno es y debe serlo que señala el texto constitucional y nada más.“La mujer del Cesar debe ser honesta o al menos parecerlo”(Tomás Maquiavelo).
Si el régimen se concientiza en su responsabilidad, y en el camino de la sensatez, acepta la propuesta presentada por ANCO, de aceptar los resultados de una CONSULTA POPULAR, programada para ser realizada antes del 6D,o porque no, ese mismo día, tendría a su favor, que la presión política a que está sometido, probablemente bajará, lo cual es altamente positivo.
La CONSULTA POPULARconsiste en llenar un formulario con varias interrogantes formuladas al pueblo o la ciudadanía –aproximadamente 7 preguntas, o menos de ellas- que deberá responder con un SÍ o un NO, las que al ser procesadas determinarán el resultado de la Consulta. De manera que se trata de un mecanismo directo de participación ciudadana, en el ejercicio político de su derecho soberano, para dirimir democráticamente sobre “el cese de la usurpación”o su permanencia. En tal sentido, el art. 70 constitucional establece la Consulta Popular, como una forma de participación democrática “…Son medios de participación y protagonismo del pueblo en ejercicio de su soberanía…”Por eso, la Consulta Popular es constitucional, y un derecho del pueblo.
Los tiempos de Dios son perfectos. Ante la inmerecida angustia que vivimos los venezolanos,y la disyuntiva política que nos agobia: estamos en el momento y tiempo justo para formular la CONSULTA POPULAR. En manos de Dios y del pueblo soberano,ponemos nuestro destino.
*Doctor en Cooperación Internacional. Integración y Descentralización: Los Desafíos del Desarrollo Internacional