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28 de noviembre de 2024
Comenzamos el año 2018 con una crisis total, en todas las áreas. El país dejó de funcionar. La pregunta no es ¿Qué va a pasar? La pregunta es ¿Qué vamos a hacer?
En toda la sociedad tenemos responsabilidad en “el que hacer”. Organizarnos es lo primero, sin esperar por nadie. Ni por un mesías, ni por invasiones, ni por militares, ni por los barrios que bajen, ni por la división del propio gobierno, ni por un estallido, ni por una implosión. Organizarse sin esperar nada de nadie, lo que usted y sus vecinos no hagan no vendrá nadie a hacerlo. ¿Para qué? Para protestar de forma organizada por los derechos que implican tener la calidad de vida que se perdió. Teniendo claro que no es lo mismo la protesta por el perfil de cochino que nunca llegó a protestar por el derecho al que tenemos todos a la alimentación. La diferencia es que en el primero la gente protesta por un perfil pero lleva implícita la solución no deseada pero querida por el gobierno, es el de más controles, la gente protesta porque el control de distribución fue ineficiente y quiere un mejor control. Se diferencia de la segunda protesta, en que ésta se hace por el derecho a la alimentación abundante y suficientemente. No es lo mismo exigir políticas antinflacionarias que aumentos de salario, ya que con el aumento salarial el gobierno contribuye a incrementar la inflación y con ello logra el gobierno el cierre de la actividad privada y empuja al trabajador a renunciar para buscar nuevos horizontes en el mercado negro clásico del comunismo como lo es el bachaqueo. El gobierno siempre jugará para que el ciudadano se sume al menor esfuerzo, al regalado, a lo repartido.
La disyuntiva para el ciudadano es defender su cédula que lo identifica como ciudadano de Venezuela y con ello titular de derechos que le exige al gobierno el cumplimiento de sus obligaciones o permite que su cédula de identidad se la sustituyan por el Carnet de la patria, para que no tenga derechos sino sea un número de registro para que en unas bolsas de pueden aparecer sin regularidad cuyo contenido es algo de comida que el gobierno decidió debe comer, sea sustituida su identidad de venezolano trabajador por uno sin trabajo en espera del que me dan.
La oposición no puede seguir tratando de identificar la caracterización del gobierno. Los Partidos de hoy dejaron de ser partidos, el faccionalismo degenero y degrado a los partidos; el culto a la personalidad, caudillo civil terminó de hacer su trabajo y logro que la persona estuviese por encima de la estructura y su colectivo. Si los partidos no ponen los intereses de la nación por encima del interés personal y si no logran una democratización real en su interior definiendo a su vez una relación democrática con la sociedad, estarán condenados a desaparecer. Esta reflexión es entonces para militantes y dirigentes. El gobierno está en pleno ejercicio de disolución de la institucionalidad conocida para que surja la del estado comunal. Por ello la ANC ordena la relegitimación de tres partidos, dejando por ahora otros activos, pero entiéndanlo están en proceso de disolución por sus propias determinaciones y por la acción bien planificada del gobierno.
El ciudadano debe ya tener claro que en el diálogo no hay salida, y no la hay en razón a que eso no está en la agenda del dialogo. Que reconocer a la ANC ahora por los la AN en fusiones o coordinaciones es atornillar de forma definitiva y declarar el comunismo para Venezuela. Que Lorenzo Mendoza seria buen candidato y seria buen presidente, no tengo duda que así seria. Pero un presidente de oposición con la ANC sería un presidente preso por las leyes supraconstitucionales de la ANC.
Las reflexiones son muchas más, éstas las primeras del año.
(Carlos Casanova Leal)
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