Al fragor de la diatriba política, en medio de opiniones favorables y adversas, recelos y suspicacias, Venezuela entrará en la era financiera electrónica al crear su propia criptomoneda. Así lo anunció el presidente Nicolás Maduro en transmisión nacional conjunta de radio y televisión, al anticipar que “su emisión nos permitirá nuevas formas de financiamiento internacional para nuestro desarrollo económico y social, con respaldo de las reservas de oro, petróleo, gas y diamante, ante el bloqueo de potencias extranjeras contra nuestro país”. De inmediato surgieron las más controvertibles noticias y comentarios a través de noticiarios, portales digitales y redes sociales. Desde el apoyo a la decisión oficial, hasta las críticas de opositores. Incluso, el premio Nobel de Economía 2001, el norteamericano Joseph Eugene Stiglitz, reiteró su desacuerdo con la moneda electrónica o “bitcoins”, la denominación en inglés, al considerarla lesiva ante posibles manejos ilícitos de los hackers o piratas en Internet. Pero qué es la criptomoneda y su verdadero valor. Se le define de moneda virtual intangible, que no se puede palpar en ninguna forma como dinero efectivo, pero puede utilizarse en pagos o depósitos y otras transacciones bancarias por Internet. Se originó en el 2009, cuando Satoshi Nakamoto, seudónimo japonés de una o varias personas, ideó la moneda cibernética para operaciones en la red. De código abierto, no necesita intermediarios. Ahora, será la primera vez en ser emitida por un gobierno. Y su valor se calcula de 90 a 93 dólares, unos 2 millones y medio de bolívares, aunque no pueden hacerse depósitos por más de 21 millones. Imposible prever resultados. Los éxitos o fracasos dependerán de su aplicación, rentabilidad y beneficios colectivos.
Germán Carías Sisco