Pedro A. Parra

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Este Nuevo Orden Mundial quiere hacer colapsar la humanidad, a través de una obra de Ingeniería Social sin precedentes, queriendo hacer desaparecer la soberanía y la voluntad de cada pueblo de la Tierra, haciendo desplomar todas las creencias e instituciones; es decir, hundir todo este orden social para ser modificado por otro, en el cual han venido trabajando en forma silenciosa y sin dejarse ver mucho, pero haciendo sentir su macabra obra. Todo esto va a ir gravitando directamente con la Gerencia de Poder, en un espacio y tiempo determinados, ya que lo que buscan de manera exquisita es avanzar hacia un cambio que modifique el modo de vivir de toda la humanidad, a través de una guerra psicológica y una propaganda que toman manifestaciones nunca antes vistas; todo esto, para ir modificando los estorbos en el camino.

¡Se está provocando en el mundo un caos controlado! ¡Se están socavando las bases fundamentales de los Estados-Nación que los constituyen como soberanos!; esos son sus primeros objetivos, para así, ir creando la necesidad de una unificación mundial.

Existen figuras públicas con alto impacto mediático que promocionan el gobierno mundial como panacea; estos mecanismos no son nuevos: crear el problema y ofrecer la solución; lo novedoso es su alcance, su red de poder. El gobierno mundial privado va a dictar lo que se hace y no se hace en todo el planeta. Este Plan de Gobierno Planetario Privado correspondiente al Nuevo Orden Mundial, tiene grandes partidarios; está encabezado por una bancada que lleva bastante tiempo en la ejecución del poder; de ahí su teje y maneje de manera discreta y prolongada de parte del poder real privado.

En ese grupo de partidarios tenemos: Las élites, banqueros que verdaderamente son unas dinastías económico-industriales, algunas de ellas como Rothschild, Rockefeller, Morgan, Schiff, Warburg, Carnegie, Loeb, Los Think Tanks o Banco de Cerebros, entre los principales tenemos el Council on Foreign Relations (CFR), The Trilateral Commission, Grupo Bilderberg, Royal Institute of International Affairs (RIIA), y otros muchos más. Si bien existen varias interpretaciones de quiénes manejan el poder real privado, como por ejemplo, las Casas Reales, la Masonería, el Vaticano, el Sionismo, a los grupos privados de poder; es casi imposible determinar con precisión quienes son sus miembros más activos; precisamente, debido a la complejidad de la estructura.

Todo esto que se está haciendo no se puede realizar sin una gran participación de todo un sector altamente influyente en el mundo. Estos son una élite de banqueros, académicos, científicos, empresarios, hombres de negocios, que han financiado y son encargados de coordinar sus actividades, su agenda programática en centros de estudios de alto nivel a los cuales se les llama thinktanks o   Banco de Cerebros. Este pequeño conglomerado de personas con un bajo perfil público, pero con altísima influencia, planea poco a poco cómo ir haciendo realidad sus planes; usualmente no se les nota en la prensa, pero sus miembros son completamente reconocidos si se buscan.

Estos grupos manifiestan aparentemente buenas intenciones, en su lista  de éxitos, en sus revistas, en sus noticias. Hacen grandes eventos anualmente, donde invitan a personas de alta importancia pública; se promocionan como Centros de Investigación de gran prestigio; dan la impresión que con los estudios que realizan a gran escala a toda la humanidad, con gran calidad técnica y en diferentes temáticas como industria, economía, relaciones internacionales, pensamiento estratégico, defensa nacional, extracción de recursos, etcétera, generan un aporte positivo a la humanidad.

Pero, el fin de estos estudios es generar líneas a seguir, mandatos, hojas de ruta, proyectos políticos a escala nacional, regional o mundial, generado en un ambiente frio, muy técnico, sin la opinión pública, sin los gobiernos locales, sin los gobiernos democráticos. Extraordinaria la visión que tuvo José Francisco Herrera, desde el 23 de octubre de 2016. Esta historia va a continuar.