Cuando evaluamos la raíz de la mayoría de los problemas que estamos enfrentando, en casi todos los casos sale a relucir el tema cultural. Y es que aun cuando los venezolanos tenemos cientos de virtudes, hay muchos aspectos que hemos descuidado y nos han hecho adentrarnos en las dificultades y alejarnos de las soluciones que sin duda podemos alcanzar.
Necesitamos tener una cultura más avanzada, ciudadanos más avanzados que aporten soluciones, que hagan críticas constructivas, que rechacen lo malo y defiendan lo bueno. Ciudadanos capaces de entender y aceptar que el éxito se logra en equipo y que el esfuerzo común redundará en la felicidad plena de todos.
Es indispensable promover el respeto, la aceptación, la igualdad, la paz y la tolerancia; la inclusión, la participación y la organización. Esos valores deben prevalecer aun cuando nuestras posturas políticas sean distintas. Necesitamos una revolución cultural que genere conciencia, que nos dé la capacidad de escuchar, dialogar y ponernos de acuerdo para salir adelante con propuestas y aportes verdaderos, en positivo.
Debemos actuar con responsabilidad, madurez, humildad, seriedad y desprendimiento en todos los ámbitos de nuestras vidas. No podemos mirar a los lados y culpar a los demás. Los resultados que queremos solo los tendremos cuando hagamos cambios en nosotros mismos.
Es importante destinar más esfuerzos a la formación de nuestros hijos, del talento humano, de los hombres y mujeres que trabajan por un futuro mejor. Inculcar valores, fortalecer las capacidades de cada quien y hacer que con educación abandonemos esas prácticas que en nada nos benefician.
Es cierto que el país está atravesando por momentos difíciles, pero la mejor forma de cambiar esa realidad es trabajando, emprendiendo actividades positivas para la colectividad y promoviendo la creatividad, amabilidad, fortaleza y optimismo que definen a los venezolanos. Pongámoslo en práctica y construyamos juntos la Venezuela que merecemos. Un gran abrazo. (Dante Rivas) /