Eduardo Fernández
De nuevo gana la abstención. De nuevo celebran Maduro y sus amigos, en Miraflores. Nada favorece más la intención de perpetuarse en el poder del madurismo que la abstención.
“El pueblo nunca se equivoca” dijo una vez, en un arranque de populismo, el doctor Caldera. Por supuesto que el pueblo se equivoca. Pero hay que reconocer que esta vez el pueblo tenía muchas razones para no votar.
El gobierno es muy malo me dijeron muchas veces en esta campaña, pero la oposición no es mejor. Mucha gente me dijo: “líderes importantes de la oposición me convencieron de que no votara. Ahora, en estas megaelecciones, me dijeron que había que votar. ¿Qué ha cambiado?” Esto creó un problema de credibilidad difícil de superar.
El pecado original en este proceso electoral fue el de convocar una megaelección. La separación de las elecciones conducía a tres procesos electorales: uno para elegir al presidente de la república y a los diputados a la Asamblea Nacional. En esa oportunidad debían discutirse los problemas nacionales. Otro para elegir a los gobernadores y diputados a los concejos legislativos regionales, donde se discutirían los problemas del estado. Y finalmente, uno para elegir alcaldes y concejales, en el que se discutirían los problemas de cada municipio. Al mezclar las elecciones regionales con las municipales se creó una confusión que contribuyó a la abstención. Además, la megaelección representó un retroceso al centralismo y al voto por partido.
Lo que ocurrió el domingo pasado fue trágico. Gana la abstención, en segundo lugar llega el gobierno con sus votos disciplinados y bien organizados y luego vienen los partidos de la oposición que no logran construir una alternativa democrática seria y confiable para oponerse al gobierno.
¡Qué corresponde hacer ahora? Trabajar con inteligencia y patriotismo por construir la alternativa seria y confiable que tanto necesita el país. En cada estado, en cada municipio, en la nación entera. Ese es el compromiso del movimiento político Unión y Progreso que yo respaldé y que logró, sin dinero y sin medios de ninguna especie, un resultado electoral francamente halagador.
La tarea que tenemos por delante es muy clara. Construir la alternativa que no hemos logrado estructurar para enfrentar un régimen que le ha hecho un daño inconmensurable a Venezuela y a los venezolanos.
Seguiremos conversando. / @EFernandezVE