Opinión
Desde los Bordes: ¿Para qué sirven los dinosaurios?
miércoles 22 octubre, 2025
Anderson Jaimes R.
Una reciente expedición por parte de un equipo científico multidisciplinario, viene a confirmar que el estado Táchira representa un reservorio geológico y paleontológico de gran relevancia para el estudio del Jurásico y Cretácico en América del Sur. La misma se constituyó gracias a una alianza entre el Ministerio del Poder Popular para la Ciencia y Tecnología, Fundacite Táchira, el Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas, la Universidad Experimental Francisco de Miranda y el Museo del Táchira “Reina Durán”. Durante su trabajo se logró la recuperación de un diente fósil de Laquintasaura venezuelae, que junto con el Tachirraptor admirabilis constituyen los dos únicos dinosaurios descritos en Venezuela, ambos con una antigüedad de más de 200 millones de años.
Igualmente, se descubrieron fósiles de un animal marino del período Cretácico, es decir de más de 100 millones de años de antigüedad, conocido como ictiosaurio. Ha sido el único encontrado hasta ahora en Venezuela, posicionando al país dentro del mapa paleontológico marino del continente americano. De esta manera se amplía el conocimiento geológico, la educación científica y la construcción de una identidad científica soberana. Así, los dinosaurios y el ictiosaurio pueden representar el inicio de una dinámica que permita despertar el interés y brindar acceso a un conocimiento de difícil acercamiento para ámbitos no académico-científico.
El estímulo a las investigaciones nacionales y regionales sobre el tema paleontológico, constituye una oportunidad valiosa para que estos conocimientos se difundan a las instituciones educativas y a las comunidades. Esto puede aportar nuevos contenidos a los currículos escolares y a las distintas plataformas de difusión de contenidos. De esta manera se crea el ambiente adecuado para la construcción compartida de conocimiento con las comunidades y de reconocimiento de las capacidades creativas de estas para el abordaje y transmisión de las investigaciones.
Otro aspecto fundamental, se refiere a la visibilización de colecciones y de hombres y mujeres que han hecho de la Paleontología su pasión y vocación. Como el señor Atilano Francisconi, habitante del municipio Francisco de Miranda, quien a lo largo de los años ha constituido una muy importante colección que pronto estará al servicio de la cultura científica de todo el país. Estas colecciones pueden generar a sus comunidades un verdadero turismo cultural, el cual ha de contribuir a una valoración de la naturaleza propia, rompiendo así con las visiones hegemónicas de un turismo eminentemente capitalista de consumo y evasión.
Esta valoración de los espacios regionales y locales, se constituye como un elemento estratégico para la cohesión emocional y cultural del pueblo venezolano y tachirense. Una dinámica que permite la resignificación del territorio como parte del ser nacional, cosa especialmente importante en nuestro territorio fronterizo. Es decir, estos hallazgos suponen una carga ética comunitaria que está por encima del sentido común capitalista y que en estos tiempos de amenazas e intervenciones, resultan ser expresión de la defensa de la soberanía y estímulo de la conciencia nacional. Para todo esto sirven el ictiosaurio y nuestros dinosaurios.