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Opinión
Día internacional de la eliminación de la violencia contra la mujer
23 de noviembre de 2021
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Alejo García
El origen de la violencia en el ser humano proviene desde la creación del mundo. Sobre ella existen variadas opiniones e interpretaciones de diferentes autores conocedores de la materia. Algunos consideran a la violencia de carácter hereditario, biológico y representativa de una personalidad antisocial, con tendencia agresiva. Hay criterios que afirman que el ser humano nace bueno, pero su entorno constituido por las relaciones de la sociedad, la educación adquirida y la clase de familia lo inducen a convertirse en violento. Según varios especialistas en el tema existen diversos tipos de violencia en la humanidad, tales como: de acuerdo al daño causado, violencia física, psicológica, emocional sexual y económica o patrimonial. De ahí, se deriva la violencia proporcionada al tipo de víctima: contra la mujer, los niños, niñas, las personas mayores de edad, debido a la orientación sexual y seres humanos discapacitados. De acuerdo al ámbito donde sucede hay impetuosidad: doméstica o familiar, comunitaria, espacios públicos, institutos educativos, trabajo, a través de los medios de comunicación y el ciberespacio.
La violencia contra las mujeres es un problema de carácter estructural. La ejecución de ese abuso, tiene por objetivo mantener o incrementar su subordinación al género masculino. De ahí que el origen de la violencia se deriva de la falta de equidad en las relaciones entre los dos géneros, en diferentes espacios y en la costumbre cotidiana de discriminación hacia el sector femenino.
Entre las claves para luchar y evitarla se contempla como algo primordial la educación y una legislación apropiada y oportuna para eludir la impunidad. Ha sido común la violencia contra la mujer a nivel universal, es la fogosidad infringida por la pareja íntima, para obligarlas a practicar relaciones sexuales u otra forma de abuso. Igualmente, la Organización de las Naciones Unidas (ONU), ha detectado otras maneras cotidianas de violencia contra las damas, entre las cuales sobresalen: tráfico de mujeres, el asesinato por motivo de dote, la mutilación genital femenina, el homicidio por honor y la severidad sexual en los conflictos. Tal práctica inhumana en la familia produce ondas repercusiones. Se destacan: vulneración del interés superior del niño o niña, al observar constantemente la violencia física o psicológica en desmedro de su madre, ocurrencia de problemas conductuales y emocionales, bajo rendimiento o deserción escolar, perpetuación de la violencia generacional, entre otras.
El suceso brutal que generó la conmemoración de esta efeméride luctuosa del género humano, fue el vil asesinato de las tres hermanas Patria, Minerca y María Teresa Mirabal, por parte de la policía secreta del régimen sanguinario del dictador Rafael Leónidas Trujillo, por ser esas damas excelentes activistas políticas de entonces y opositoras tremendas al gobierno que mandaba con mano dura en la República Dominicana, acaecido el 25 de noviembre de 1960 en la provincia de Salcedo en dicho país. Para recordar ese suceso trágico en 1981, se efectuó en Bogotá, el Primer Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe, donde se aprobó nombrar el 25 de noviembre como el Día Internacional de la Violencia Contra las Mujeres, en honor y tributo a las hermanas Mirabal. En 1991 se comenzó la campaña de los 16 días de Activismo contra la Violencia de Género, en el Centro para el Liderazgo Global de Mujeres en la Universidad de Rutgers, Nueva Jersey en Estados Unidos. A raíz de esta iniciativa se conformaron un conjunto de actividades para la erradicación de la consuetudinaria violencia de género en un período comprendido entre el 25 de noviembre hasta el 10 de diciembre, Día de los Derechos Humanos Universales.
En 1993, la Asamblea General de las Naciones Unidas conformó la Declaración sobre la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer. En ese evento definió el término Violencia Contra la Mujer, de la siguiente forma: “Todo acto de violencia basado en el género que tiene como resultado posible o real un daño físico, sexual o psicológico, incluidas las amenazas, la coerción o la prohibición arbitraria de la libertad, ya sea que ocurra en la vida pública o en la vida privada”.
En dicha Asamblea de la ONU se reconoció que eran necesario: “Una clara declaración de los Derechos que se deben aplicar para asegurar la eliminación de toda violencia contra la mujer en todas las formas, y un compromiso de los Estados y de la Comunidad Internacional en general para eliminar la violencia contra la mujer”.
Como un esfuerzo de reindivicación al acontecimiento contra la violencia de género, la ONU mediante la resolución 54/134 del 17 de diciembre de 1991, exhortó a los gobiernos, a las Organizaciones Internacionales y Organizaciones no Gubernamentales a emprender y realizar actividades con el anhelo de sensibilizar a la opinión pública en cuanto al problema diario de la violencia contra las mujeres en el hemisferio. El Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para la Mujer, también observa e interviene regularmente en la jornada y ofrece sugerencias para que los demás, asimismo, obedezcan el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia.
Al rememorar tan importante aniversario en pro del bienestar de las mujeres, anhelamos que cada día ese procedimiento violento en desmedro de ellas, vaya disminuyendo hasta que haya unión y felicidad de la familia. Enhorabuena en el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres.
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