Alejo García Sierra
La consolidación de la infancia sin distingo de género es vital para el progreso de una nación y de la Sociedad mundial. Para lograr esa aspiración se debe remover la defensa de sus derechos y promover conciencia en la humanidad en relación con los terribles problemas que enfrentan en su vida estas pequeñas, como consecuencia de su grupo. Hoy en día, el mundo ha avanzado bastante en relación al trato y respeto de los derechos de las niñas, especialmente en la primera década de su existencia. Por tal esmero de las autoridades y de la sociedad es mayor numero de niñas que ingresan a la educación primaria, muchos son vacunadas en el periodo infantil y poseen una calidad de bienestar idóneo al igual de sus homólogos varones.
A veces las adolescentes no cuentan con las mismas condiciones educativas y de trabajo que los chicos y muchas ven obstaculizado su futuro por un matrimonio no deseado o por un embarazo precoz. Además en pleno siglo XXI, las niñas todavía padecen unos cuantos inconvenientes. Algunas se enfrentan a obstáculos para desempeñar cualquier profesión, otras no alcanzan a instruirse debido a que su familia prefiere apoyar al hijo varón en detrimento de las chicas. Veamos determinados problemas padecidos por ellas, los cuales encienden preocupación y alarma en el colectivo humano. Así lo señalan los datos de las estadística respectivas: más de 200 millones de niñas y adolescentes en el hemisferio han sufrido algún tipo de mutilación genital, 1 de cada 5 niñas contraen matrimonio antes de los 18 años de edad, solo 2/3 de los países en desarrollo logran la igualdad de género en el sector educativo y 9 de cada 10 adolescentes en esas naciones trabajan en sectores deprimidos con poco sueldo, sometidas a maltrato y explotación laboral.
Para equilibrar la balanza en cuanto a la igualdad de especie, la Organización de las Naciones Unidas Mujeres, trata de impulsar un conjunto de medidas para alcanzar resultados satisfactorios al respecto. En ese orden ha establecido: “cambiar los estereotipos de género y que las niñas y varones cuenten con las mismas condiciones y así romper con las posturas arcaicas que impiden el progreso humano; mejorar la calidad de la educación para ambos sexos; aumentar la cantidad de niñas en el área de la ciencia; ayudarlas en la transición de la escuela al trabajo: un alto porcentaje de niñas no ingresan en las universidades, debe brindársele todo el apoyo y la orientación vocacional y facilitar el emprendimiento femenino: aplicar programas para ayudar a las mujeres a conseguir sus sueños y emprendimientos a temprana edad”.
Con el propósito de coadyuvar las intenciones de los Estados y de la sociedad mundial en pro de las niñas y adolescentes, la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU), mediante la Resolución A/RES/66/170 de fecha 19 de diciembre de 2011, declaró el 11 de octubre como el Día Internacional de la Niña. Su objetivo principal es reconocer sus derechos y los problemas excepcionales que confrontan constantemente en todo el hemisferio. En esa oportunidad el secretario General de la ONU, Antonio Guterres expresó: “En este Día Internacional de la Niña, reafirmamos nuestro compromiso de apoyar a todas y cada una de los niñas para que puedan desarrollar sus aptitudes, incorporarse a la fuerza de trabajo en condiciones de igualdad y realizar todo su potencial.”
Asimismo, la visión para el 2030 mediante el tema “El Poder de las Adolescentes, es con la finalidad de que las agencias de la ONU, los Estados, miembros de las Organizaciones, el sector privado y otros interlocutores sociales están alertados para colocar a las niñas en el centro de los esfuerzos del Desarrollo Sostenible y así llevar a cabo iniciativas claves para el presente y el futuro como: invertir en educación de calidad, formación, capacitación, acceso a la tecnología y otras iniciativas, … invertir en salud y en una nutrición adecuada durante los años de adolescencia incluyendo la educación sobre la pubertad, la higiene menstrual, la salud reproductiva y sexual y la disposición de esos servicios, promover la no aceptación de la violencia física, mental o sexual bajo ningún concepto, habilitar mecanismos sociales, económicos y políticos para combatir el matrimonio infantil y la mutilación genital, invertir en la creación y mantenimiento de espacios públicos para el debate cívico y político, la creatividad y la mejora del talento y promover legislaciones y políticas de género en todas las áreas, especialmente para las adolescentes discapacitadas, vulnerables, marginadas y victimas de tráfico y la trata”.
Al conmemorar esta efeméride estelar en el desarrollo de la familia, mancomunemos esfuerzos entre los gobernantes, la sociedad y los hogares para que las niñas en el mundo se les reconozcan sus derechos y los desafíos constantes a los que se enfrentan diariamente. Felicidades a las niñas en su día y el deseo para que sean mujeres en bien de la humanidad.