La Contabilidad es una disciplina profesional que ha recibido del Estado venezolano un apoyo legal, contenido en leyes y códigos fiscales. Debido a su complejidad, en la materia, es indispensable que la ejerza un profesional contable versado en las diferentes disposiciones fiscales técnicas que presenta el ejercicio de esa profesión. En ese sentido, el perfil del contador debe ser desarrollado en función de las exigencias del mercado nacional e internacional, en un futuro prometedor que demuestre su capacidad de contador público para desempeñar sus labores en forma adecuada, apta, oportuna e idónea. Sobre la Contaduría Pública no se tiene conocimiento masivamente de estudios en cuanto a las competencias requeridas para analizar y sortear el mercado en un futuro próximo. Sin embargo, las universidades y los colegios profesionales de la misma, en todos los países, hacen denodados esfuerzos para crear y sostener estándares históricos en la preparación y formación de dichos expertos. En ese sentido, unas cuantas organizaciones han hecho estudios, propuestas, guías y recomendaciones referidas al tema de las competencias. Entre ellas se destacan: las Guías Internacionales de Educación (IFAC), referidas a la formación contable en diversas materias, como: transacciones complejas, preocupación por el medio ambiente y los avances tecnológicos, el Plan de Estudios Mundiales (Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), dedicado a orientar a los estudiantes sobre las competencias para un contador profesional, y el Canadian Institute of Chartered Accounting (CICA), para definir competencias, conocimientos, actitudes, habilidades y comportamiento para desempeñar un servicio profesional integral que valore varios aspectos: el liderazgo en la práctica, la responsabilidad al público, en la industria y en la educación.
Debido a los cambios en la economía mundial, la opinión y formación de nuevos grupos políticos y económicos, los avances en las comunicaciones y la innovación tecnológica, han llevado a conformar un mercado amplio y sin barreras en tiempo corto, lo cual conlleva disponer de contadores eficientes, con suficientes conocimientos, destrezas y experiencias para aportar sus servicios con condiciones óptimas. La operatividad profesional cotidiana del contador público está dada, entre otras, por la función contable, tributaria y financiera. En la contable aplica en forma correcta y exacta las normas contables, mediante el uso de registros en libros, formulación de información financiera y económica, así como el análisis e interpretación de pautas a la toma de decisiones. En lo tributario, realizar valuaciones tributarias, aplicar normas, revisar la fórmula de declaraciones juradas oportunas; y en lo financiero, destacar la enunciación de informes financieros relativos a las inversiones, riesgo, rentabilidad, financiamiento, solvencia, liquidez y gestión de los encargados administrativos de la empresa.
En determinados casos, el contador público suministra la función de asesoría, consistente en orientar, aconsejar y sugerir propuestas de carácter específico al responsable de la empresa. En esta oportunidad, los asesores tienen el papel de consejeros de los directivos y de cierto personal subordinado. Su rol es de un profesional bien preparado y con cualidades amplias en el análisis de muchas materias. Tanto la asesoría como la consultoría son verdaderos retos para los contadores públicos. Las anteriores actividades deben ser adecuadas y oportunamente evaluadas por los contadores para conseguir la importancia del caso y evitar por consiguiente resultados no satisfactorios.
La importancia de la contabilidad y su aplicación necesaria hacen a las empresas y sus responsables avanzar sin tropiezos en su funcionamiento. En la apertura del Congreso Mundial de Contadores en Washington, en 1992, el expresidente de Estados Unidos, George Bush, expresó: “los inversionistas de los mercados mundiales buscan a los contadores para que los provean de la información que es fundamental para tomar decisiones responsables y su trabajo está dado para preservar la estructura de los mercados financieros internacionales”.
En principio, las profesiones de las carreras de Administración y Contaduría Pública se hallaban fusionadas en una sola. Se dictaban las clases, desde 1946, en la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad Central de Venezuela. Posteriormente cada especialidad fue separada de cada una y cuentan con una ley de ejercicio profesional propio y con sus respectivos colegios. El 27 de septiembre de 1973, en la Gaceta Oficial Nº 30.216 se publicó la Ley del Ejercicio de la Contaduría Pública (LEPC) y posteriormente se reimprimió en la Gaceta Oficial Nº 30.273, del 5 de diciembre. En conmemoración de la publicación por primera vez de dicha ley se celebra en Venezuela el 27 de septiembre el Día Nacional del Licenciado en Contaduría Pública. De ahí que tanto el Gobierno nacional, como los diversos gremios profesionales y los sectores de la sociedad nacional, se unen a la celebración de tan importante efeméride profesional, encargada de la creación, seguimiento y evaluación de las políticas financieras para el control de empresas públicas y privadas, y además, con su aporte, consolidar el desarrollo económico de Venezuela. Enhorabuena profesionales de la Contaduría Pública, de su desempeño acertado depende en parte la recuperación de la debacle que sufre actualmente la economía del país.
Alejo García