Julieta Cantos
Suele ser interesante ver como hay diferentes visiones en torno a un mismo tema. Se vuelve inquietante, cuando a pesar de existir información objetiva se hace reiterativa una visión distorsionada. Y se preguntarán ustedes, ¿distorsionada para quién, según quién? El término información objetiva significa que “es aquella que se presenta de manera imparcial, basada en hechos verificables y sin la influencia de opiniones o interpretaciones personales. Esta clase de información es crucial en prácticamente todas las áreas, especialmente en la ciencia, el periodismo, la educación y el derecho, donde la precisión y la veracidad son esenciales”.
Debería ser muy fácil poder evaluar cualquier tipo de información, bajo este concepto… pero resulta que no es tan sencillo. La subjetividad impera. Está a la orden del día, porque resulta más fácil aceptar información subjetiva, ya que esta “se basa en las opiniones, sentimientos, o ideas previas de una persona, en lugar de en la observación o el razonamiento”.
El mundo es sumamente complejo debido a la diversidad de opiniones… visiones. Como siempre, yo apuesto al sentido común, el menos común de todos los sentidos. Apuesto al desarrollo del mismo porque apuesto a la inteligencia y al conocimiento, pero también a la intuición del ser humano, quien tiene la capacidad para discernir y elegir. Y es aquí cuando empiezo a dudar de mis propias “creencias de fe” en la humanidad, cuando leo “objetivamente” la prensa internacional.
Hablemos de distorsiones. Acabamos de pasar la fecha de celebración del carnaval, la cual independientemente de si estamos de acuerdo o no con su celebración, está más vinculada con nuestros orígenes que el viernes negro, fecha ésta, que paradójicamente en los últimos tiempos se celebra de manera intensa en nuestro país, a pesar de que no tiene ninguna vinculación con nosotros. La mediática sin ningún tipo de información objetiva nos inunda para que tomemos parte en una suerte de torbellino comercial foráneo.
Sigamos avanzando en nuestras divagaciones… Se acaba de celebrar el mundialmente reconocido día de la Mujer, producto de luchas cruentas por parte de nuestras predecesoras a quienes debemos parte importante de las mejoras en nuestras condiciones de vida. Sin embargo, no llega nada que hable de esas luchas, o de sus sacrificios, a menos que uno expresamente lo busque; lo que llega, proveniente tanto de las redes como de los amigos, son cursis felicitaciones que denigran esas luchas. Mensajes en su mayoría sin profundidad, con imágenes delicadas, la mayoría rosaditas, enmarcadas por cuerpos de modelos… la peor colonización es aquella que te roba el lenguaje dejándote sin defensa, aceptando la visión de otros, globalizada y manipulable imponiéndose de a poquito… despacito, como la canción. Cuando miro hacia mi infancia agradezco que mis padres hayan sido mis padres. Ser una mujer guerrera, estudiosa e intuitiva viene de la estirpe de mi madre. Ser una mujer sabia y crítica del lado de mi padre. Gracias a ellos puedo tener una visión distinta sobre la vida, y en particular sobre el día de la mujer.
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