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27 de septiembre de 2024
Fredy Contreras Rodríguez
Analizar el cáncer de la corrupción, deja conclusiones lacerantes. Es un problema histórico de las sociedades políticamente constituidas y en Venezuela, amenaza principal del Estado y grave problema de la sociedad y del ciudadano. En América Latina, legado vergonzoso del invasor español que propagó como peste en la colonia, pervirtiendo al nuevo ser humano del que habló Bolívar en la Carta de Jamaica, en 1815. Estas conclusiones se resumen en los siguientes elementos:
1.- El triunfo de Chávez en 1998 ocurrió como manifestación colectiva de repudio a la corrupción del bipartidismo, reconocida por Gonzalo Barrios con la frase aquella de que “En Venezuela, los funcionarios públicos roban porque no tienen motivos para no robar”.
2.- Nuestro ordenamiento legal con la Constitución Bolivariana como principal referente ético, cuestiona y condena la corrupción en todas sus expresiones. Después de 1999 han proliferado los códigos de ética para el ejercer la función pública. Prácticamente todos los ministerios, institutos autónomos y empresas del Estado tienen el suyo. Por tanto, no es una falla en la legislación.
3.- El PSUV, como vanguardia del proceso venezolano para refundar la república bajo la égida de la Constitución Bolivariana, cuenta con un dossier ideológico en los Estatutos del partido, la Declaración de Principios y las Bases Programáticas, aprobados en abril 2010; en las líneas estratégicas de acción política, trazadas en enero 2011; en las 3R de Chávez del 2008, en el golpe de timón de Chávez, de noviembre 2012. Sus contenidos señalan una postura irreductible, condenatoria contra la corrupción.
4.- El PSUV califica a la corrupción como expresión cultural del capitalismo que ve en lo público, la oportunidad para el lucro individual de quien interactúa con el Estado. Luchar contra ella es luchar contra la cultura liberal burguesa, responsable de haber corrompido y pervertido la política y la democracia. Ir al socialismo exige conciencia revolucionaria con sentido ético y moral, basada en los valores del humanismo universal (solidaridad, honestidad, responsabilidad, transparencia, etc.).
5.- En más de veinte años de revolución Bolivariana, el ejercicio autocrítico sobre la corrupción siempre estuvo presente en Chávez y está presente Maduro; incluso Chávez tuvo la claridad de verla como la mayor amenaza del socialismo y dijo que si no se atendía a tiempo, este proceso se podía ir por donde vino.
6.- En más de veinte años de revolución, no se ha hecho mayor cosa por enfrentar a la corrupción; no se ha pasado de documentos, declaraciones, congresos, manifiestos y normas. Es una rémora, un lastre más notorio que antes y la dirección política no ha sido capaz de aplicar acciones firmes y contundentes contra la corrupción y los corruptos; la administración pública está plagada de aventureros, advenedizos y oportunistas que expolian los fondos públicos y el partido no tiene política permanente ni Plan de combate a la corrupción.
7.- El PSUV no ha educado a su dirigencia ni a su militancia contra la corrupción. Si ésta es una expresión cultural del capitalismo, la educación es el arma ideal para liquidarla. El partido no ha educado comedidamente en los valores del socialismo.
8.- La corrupción no es un asunto jurídico-penal, sino un problema político; en su combate no se debe seguir tratando como asunto del sistema de Justicia. Se debe tratar con criterio, voluntad y procedimientos políticos, superando la excusa de la presentación de pruebas y la presunción de inocencia.
9.- La masificación de la corrupción en todas las estructuras del Estado ponen en duda la confianza de los ciudadanos en sus instituciones, retardan el proceso de cambios y el fin supremo de refundar la república y amenaza la continuidad de transitar al Socialismo.
10.- Urge mayor sensibilidad social frente al estigma de la corrupción. Diversos sectores de la sociedad alertan sobre el peligro de “normalizar” el fenómeno y dejar que sea un hecho de rutina, socialmente aceptado.
11.- El tratamiento al tema de la corrupción debe ser sistemático, recurrente y constante. No se puede seguir manejando como hechos puntuales y debe ser tema de debate diario en todo el PSUV, que debe educar para producir conciencia y sensibilidad colectiva frente al problema.
12.- Educar contra la corrupción debe ser una cruzada nacional. Se deben explicar todas las formas, mecanismos y modalidades y a los corruptos hay que señalarlos sin miedo.
13.- La corrupción famélica es una tarea perentoria de la Revolución Bolivariana. Debe ser reducida a su mínima expresión y hacerlo comienza por mejorar sustancialmente los salarios de hambre en las instituciones públicas.
* Ingeniero industrial. Agricultor urbano.
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