Gloria Vivas
De no ser porque es una cruel y dura realidad en Venezuela, se hubiera pedido cotufas para ver por las redes sociales “El Koki”, la película venezolana.
Lo que pudiera ser el último film de violencia, con el sello Made in Venezuela, es una triste realidad que muestra al mundo una parte de lo que se vive en la capital venezolana: violencia, armamentos de guerra en manos de hampones, inseguridad.
El Koki pasó de ser el apodo de un delincuente más en el país, a ser la representación de la violencia e inseguridad en un país en donde hay precariedad económica, emergencia humanitaria completa e inseguridad. Un cóctel, sin duda alguna, que demuestra el incumplimiento de los derechos humanos que deben amparar a todo ser humano, según lo establecido por la ONU.
Observar por las redes sociales –en donde la transmisión fue en vivo y directo- lo que pasaba en la Cota 905, las barriadas del suroeste capitalino, era parecer que se estaba en Brasil, en sus favelas, tan temidas como conocidas en el mundo por la violencia y muertos por vendettas entre bandas que se disputan el control territorial y la venta de drogas.
La temible Cota 905 es una carretera que conecta las parroquias caraqueñas de La Vega, El Paraíso y Santa Rosalía, en el municipio Libertador. Es considerado el sector de Caracas donde hay más bandas delictivas.
Pero, aunque el Koki y su historia –aún no finalizada- es de película, en este caso, nuevamente, la realidad superó a la ficción: es una de las caras que Venezuela le muestra al mundo.
Carlos Luis Revete, alias el Koki, es uno de los criminales más buscados de Venezuela, y líder de la megabanda que controla el sector Cota 905, al suroeste de Caracas. Se conoce su rostro, y hasta sus gruesas cadenas de oro que usa.
Desde hace meses, el Koki asedia. Se sabe que está armado hasta los dietes y así lo demuestran las fotos de lo encontrado en sus guaridas: un verdadero arsenal.
Desde hace años, igualmente, se sabe que en los barrios caraqueños hay peligrosos delincuentes. Que matan, roban y controlan las zonas, como ellos mismos dicen.
El gobierno, por TV, mostró el armamento hallado y decomisado durante la redada en la Cota 905. Habló de tres detenidos de nacionalidad colombiana, paramilitares. Vinculó la acción delictiva a grupos opositores vinculados con el gobierno del país vecino.
Por el Koki y su banda ofrecen una jugosa recompensa en dólares. No en bolívares, Esperan que esto ayude a su captura. Y a lo mejor, así será.
Pero mientras el Koki sigue filmando su película, es necesario hacerse una pregunta: ¿cómo llega ese poderoso armamento –casi de guerra- hasta esas barriadas. Dónde las compran, si así lo hacen, o quién se las entrega y cómo?.
No se vieron, en imágenes sencillas, pistolas, sino realmente armamento de guerra.
Andrea Serbin Pont, analista y director de la Coordinadora Regional de Investigaciones Económicas y Sociales (Cries), detalló a la prensa que el fusil calibre 50 (12,7×99) capturado por los funcionarios es un Barrett M99. El Barrett M99 tiene un costo aproximado de 4.096 dólares. El armamento cuesta la mitad o menos que un Barrett de primera línea, como los M82, M107 o M95, los cuales tienen un costo que supera los 10.000 dólares.
… El Koki, la película que supera la realidad.