Este pasado fin de semana tres acontecimientos tomaron la atención de los venezolanos, más allá de las tragedias diarias que nos agobian, consecuencia de la trágica narco-dictadura comunista: se desarrolló la visita de Su Santidad Francisco a la hermana y vecina Colombia; Irma, con sus ráfagas de vientos destructivos y su sostenida y dañina lluvia, afectó el sur de la Florida, donde ahora viven centenares de miles de venezolanos, y otros muchos centenares de miles votaron en las elecciones primarias para escoger los candidatos a gobernadores de la alternativa democrática, para comicios convocados para el próximo mes de octubre.
Un fin de semana variopinto para un pueblo sufrido pero esperanzado, que pronto, muy pronto, tomará el camino de la reconstrucción y el progreso. Se acumulan las ganas de derrotar el continuismo, de sacar a quienes se olvidaron y burlaron la Constitución, impidiendo fraudulentamente la realización del referéndum revocatorio, camino constitucional para poner fin anticipado a los malos gobiernos.
Un Papa atrae siempre la atención del católico pueblo venezolano. Esta cercana visita del Papa latinoamericano a uno de nuestros países, particularmente a Colombia, fue seguida con avidez. Nos interesaba que Francisco se reuniera con la Conferencia Episcopal Venezolana, ya que el régimen de Maduro había hecho correr la especie de que Su Santidad no tendría encuentro privado con nuestros cardenales, arzobispos y obispos, haciendo ver desinterés del Papa en nuestros problemas. Pero no fue ni es así. De ese encuentro el tema, una vez más, fue la salida de la crisis humanitaria, que pasa por el fin de la dictadura. Las declaraciones de Urosa y Moronta, luego del encuentro, hicieron saber que Su Santidad pidió mantenerse en la actitud asumida hasta el momento: acompañamiento del pueblo y defensa de sus derechos.
La Iglesia ha estado y está acompañando al pueblo, resteada contra la narco-dictadura comunista, luchando por la libertad y la democracia. El cardenal Urosa fue explícito al decir, luego de la reunión, que “el diálogo y la cultura del encuentro que desea el papa Francisco en Venezuela no es posible, porque el Gobierno no atiende razones (…) No hay ni condiciones claras ni garantías seguras”. “El Gobierno está empeñado en implantar un sistema totalitario estatista comunista”.
Irma, que pese a su hermoso nombre de mujer, no es “ciclona” sino un “tremendo ciclón” -como habría dicho el humorista y poeta venezolano Aquiles Nazoa- es el más fuerte huracán del que se tenga registro en el Caribe y sur de los Estados Unidos, que llegó a tener categoría 5 y dejó muertos, destrucción e inundaciones, donde ahora hay una diáspora de centenares de miles de venezolanos que huyen de la narco-dictadura destructiva y demoledora, que es un ciclón más destructivo aún.
Por último, muchos centenares de miles de venezolanos acudieron a las urnas electorales para seleccionar en primarias, abiertas y democráticas los candidatos a gobernador de la alternativa democrática, que se vislumbran ganadores. En los 23 Estados la oposición es hoy mayoría. Eso lo sabemos. Yo estaba en contra de participar en las elecciones de gobernadores, no obstante si quienes conducen la oposición hoy han señalado ese camino, yo declino mis críticas y argumentos para validar la tesis de participar en las elecciones, que por supuesto también presenta argumentos para defenderla como vía. La pluralidad en los criterios y unidad en la acción es la más racional y útil herramienta en la lucha contra la dictadura. Si los opuestos al régimen votamos todos, nos estaremos movilizando nuevamente, ratificando nuestro rechazo al narco-comunismo y abriendo rendijas para reventar el régimen. Hay que ganar por lo menos con el 60 % de los votos para poder cobrar, superando así la conocida parcialización del Ministerio del Poder Popular para las Elecciones, llamado CNE. Movido y variado este pasado fin de semana.
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Paciano Padrón