Retornar a la calidad de vida que teníamos y disfrutábamos en el 2012, requerirá de 10 años de duro y arduo trabajo. Esto es, si salimos del régimen en este 2019, en el 2029 estaremos alcanzando el nivel de vida del 2012. Recuperar la producción de petróleo que teníamos en 1998, tardará 20 años. Esto es, si salimos del régimen en este 2019, llegaremos al 2039 con la producción que teníamos hace 41 años. Recuperar el sistema eléctrico tardara 5 años. En el 2017, 6 de cada 10 venezolanos habían perdido 11 kilos en un año solo por no comer y se estima que 1,3 millones de personas sufren de malnutrición. El bolívar fue sustituido por el peso.
Quiero con estos datos, que entendamos que la recuperación de Venezuela, comienza cuando un nuevo gobierno de transición esté en el ejercicio del poder, para tomar decisiones.
Tenemos un reto que no podemos suponer el ciudadano conoce. Es el tiempo de la recuperación y del cómo se hará la recuperación.
Pues bien, en primer lugar, el plan país y el de recuperación económica presentado por Ricardo Hausmann, deben ser considerados como parte de un gran acuerdo nacional; donde todas las fuerzas de la sociedad firmen su compromiso, asumiendo todos, la responsabilidad de apoyarlo.
Los partidos políticos que aspiran elecciones sin transición y los que aspiran elecciones luego de una transición; todos deben suscribir el plan como el proyecto de gobierno a 10 años.
Ahora bien, la sola salida de Maduro y del régimen, no garantiza, que ya todos los problemas están resueltos. No, comienza el problema de como entrar en normalidad; esto es, desmontar el socialismo del siglo XXI y dirigirnos a un modelo de democracia liberal, sobre el cual aún no existe acuerdo, solo el plan económico que reviste características capitalistas. No existe acuerdo por ejemplo en la oposición sobre la privatización de las empresas públicas, en especial la petrolera.
Desde el punto de vista del modelo de estado, el plan país conserva el centralismo; y los estados aspiramos una descentralización profunda para contribuir desde nuestras regiones en la solución de la crisis heredada.
Con esto quiero expresarle, que no toda transición es exitosa; que el desnivel entre la posición ciudadana en relación al bolívar, salario, costo de los servicios que ahora se pagarán, precio de alimentos y medicinas más la gasolina, tiene que ser finamente llevada adelante.
Las expectativas sociales son muy grandes derivado del nivel de pobreza que hoy tenemos el 80% de venezolanos.
Esta es una de las razones por las cuales, el plan Hausmann, debe ser considerado plan de gobierno a 10 años por lo menos y debe contar con respaldo no supuesto, sino expresado formalmente.
Las presiones para hacer elecciones lo más pronto posible es un inmenso peligro; aun y cuando soy de los que se inscriben en la tesis manejada por el Centro de Estudios Políticos de la Universidad Católica de Caracas, que si debe existir una elección universal, directa y secreta; pero para elegir a los integrantes de la junta de transición; en primer lugar para que sus decisiones previo respaldo del plan presentado, cuente con la solidaridad ciudadana, y con la legitimidad en el ejercicio de gobierno. Estabilizado el país económicamente y elevada las condiciones de vida del ciudadano; ahí sí, hacer elecciones presidenciales.
Cristina Fernández ex presidente de Argentina, salió con un altísimo rechazo, dejó un país en una profunda crisis característica del populismo socialista. Al presidente Macri le correspondió comenzar las correcciones económicas, no tan populares. Y hoy las encuestas tienen a Cristina en la preferencia de las encuestas para regresar a la presidencia; luego del desastre de su gestión.
¿Los partidos políticos tendrán esto claro? Yo veo petitorios de elecciones, reuniones para candidatos en todos los niveles, ¿pero estamos atendiendo el peligro del futuro que hoy no estamos blindando sino exponiendo?
Si no logramos una transición que estabilice el país, el próximo gobierno electo tendrá demasiados problemas de gobernabilidad.
Apoyo a Guaidó, apoyo el plan de Hausmann, apoyo una junta electa de transición para garantizar el futuro.
Por cierto, se debe nombrar las comisiones internacionales y nacionales que se dedique a la búsqueda de la riqueza robada al país y que deben retornar al Estado venezolano.
Dios Los Bendiga.
(Carlos Casanova Leal)