El rescate y ampliación de la vialidad del Zulia que hemos emprendido en estos cuatro años es un plan estratégico, que trasciende la mera funcionalidad –ya de por sí necesaria para los usuarios–, pues constituye un factor fundamental para la expansión económica regional y nacional. Es una infraestructura de soporte básico para el desarrollo económico, que necesita de vías de comunicación modernas, fluidas y seguras. Solo por nombrar un ejemplo, en la carretera Lara-Zulia el pueblo cuenta hoy con una de las entradas más completas del Occidente venezolano, crucial para el transporte y distribución de la producción desde esta región hacia lo extenso del territorio nacional y hacia los puertos para el mercado internacional.
Propósitos como estos son los que justifican ofrecerse ante el pueblo para optar a una gobernación: para concertar y ejecutar un gran proyecto que provea prosperidad y bienestar colectivos, guiados por principios de soberanía, paz, legalidad y justicia. Las motivaciones de índole personalista, excluyente, belicosa, deslegitiman una aspiración que, de ese modo, se convierte en ambición lejana a los intereses del pueblo.
El Zulia potencia es nuestra razón de trabajo para los próximos cuatro años. Es una meta alcanzable, casi una obligación de agradecimiento por las múltiples bendiciones naturales y la calidad humana con las cuales cuenta este estado.
Entre venezolanos, podemos tener divergencias en cuanto al abordaje de los problemas y la selección de opciones de desarrollo; lo importante es la coincidencia en la racionalidad y responsabilidad en el uso de los múltiples recursos para exponenciar la producción industrial, agropecuaria, pesquera y turística de forma tal que se convierta en fuente de prosperidad y vida digna para todos.
La superación del modelo monoexportador es una obligación para el país; desde el Zulia, estamos prestos a contribuir en esta nueva etapa de la vida venezolana, que nos reta y nos anima para continuar los afanes colectivos por la Patria feliz que merecemos.
Francisco Arias Cárdenas