Estamos frente a una dictadura militarista, de izquierda radical marxista. Es la dictadura una forma de gobierno y eso nadie lo discute. ¿Qué hace toda dictadura?, y esta no es la excepción, lo primero es secuestrar los poderes públicos y ponerlos en su línea de pensamiento y proyecto, para darle forma de legalidad a sus actos, es un justificarse entre ellos y presentar frente al mundo su verdad trucada. Lo segundo que hacen es conculcar las libertades ciudadanas, esto es, liquidar los derechos individuales y colectivos del pueblo; por ejemplo, te quitaron el derecho a la vida, mueres por falta de medicamentos; te quitaron el derecho a la salud, ni en los hospitales ni en clínicas existen medicamentos para tratarte. Te quitaron el derecho al salario, que ya no dignifica a la familia, sino que medio alcanza para comprar comida solamente; te quitaron el derecho a la seguridad alimentaria, aquel derecho que se expresa en la posibilidad de usted encontrar alimentos en la cantidad que usted quiere y en la cantidad que necesite; perdió su derecho a la recreación, a las vacaciones; perdió su derechos culturales; perdió su derecho al trabajo; perdió su derecho a la protesta pacífica; perdió su derecho a la propiedad, por efectos de la propiedad social; perdió su derecho a comprar ropa, carro, bicicleta. Perdió la democracia por el comunismo. En líneas generales, su derecho ya no es un derecho.
La tercera acción de toda dictadura es perpetuarse en el poder. Llevamos 19 años en revolución, con elecciones controladas.
Sí sabemos qué hace la dictadura para perpetuarse, es lógico que nos organicemos para luchar, tratando de disminuir hasta anular su acción.
Es así, en consecuencia, que la organización de la oposición debe ser en reclamo de los derechos que perdimos, y estructurarnos para el reclamo uno por uno: la manifestación por alimentos, medicinas, por la inseguridad, por la propiedad, en reclamo de la distribución de alimentos, sea de los privados y no del Estado; estos y muchos reclamos.
Esta acción une al ciudadano en su carencia con el reclamo de satisfacerla.
¿Elecciones en dictadura? Y esta no es cualquier dictadura, es un estado de dominación ciudadana cuyo propósito es doblegar al ciudadano por hambre, esto no es una dictadura de derecha que los derechos económicos los deja en ejercicio ciudadano; no, en comunismo te llevan al hambre para dominarte.
Surge la pregunta obligada: si el Gobierno se mantiene en el poder por elecciones trucadas, ¿el Gobierno dará condiciones idóneas en el CNE para que lo derroten? Sí fuese así, negociaría condiciones de inmunidad para dejar el poder y no preparar su propia derrota y de ahí a la cárcel.
¿Cuál es el otro problema que exhibe la oposición? Es el hecho de que los partidos solo se organizan es para elecciones, solo para ello; y mientras se da una elección por la espera de otras elecciones, el Gobierno avanza con la implantación del modelo que en 19 años, participando en elecciones, ni siquiera se lograr frenar.
En el nuevo diálogo perdemos, no ganamos nada. Una dirección colectiva nueva se hace indispensable y un desconocimiento y rechazo a los que dialogan. Elecciones con 2 integrantes del CNE para la oposición, 3 para el Gobierno, y la exigencia de Maduro que la oposición pida el levantamiento de las sanciones contra su gobierno y sus “enchufados”; esto no puede ser y es inaceptable que se transija en ello. (Carlos Casanova)