La clave del Crash Landing, donde estamos, es que Maduro se aferra al poder y a sus políticas empobrecedoras para seguir minimizándonos y controlándonos; no acepta la Ayuda Humanitaria buscando que surja un conflicto, apostándole a que el Congreso norteamericano no le permita a Trump una acción militar y se debilite; y a que pase el tiempo suficiente como para que la Unión Europea y el Papa cambien su posición pro elecciones a favor del diálogo; con el cual nos vuelve a marear (el Papa dixit). De allí surgiría el escenario menos probable: Maduro se Queda, pero con un país que él mismo ha seguido arrasando, ¡a pesar de que sus políticas lo desestabilizan! Ejemplo, el aumento del Encaje Bancario.
Las probabilidades del escenario Maduro se Queda son muy bajas por las calamidades que crea internacionalmente y los aciertos del guión que sigue la oposición. De allí que el escenario Crash Landing continúa porque las sanciones internacionales y las presiones internas lo hacen salir del gobierno, pero muy tarde. Quien venga encuentra un país más destruido de lo que ya está, que habrá que reconstruir de luto y con grandes sacrificios.
Pero el propósito de estas reflexiones es perfilar el escenario del Soft Landing. Lo llamo así no porque no estemos muy mal sino porque, en el poco tiempo que se prolongue el Crash Landing, podríamos quedar mucho peor. Esto implica que al Chavismo Democrático le interesa minimizar el daño, entregar el poder ahora, reagruparse, actualizar su ideología y recuperar la conexión del PSUV con el pueblo. Lo más importante de esta movida es que todavía les queda poder para negociar una salida lo menos costosa posible. Ese poder se los da el miedo que sentimos de que continúen la represión y los muertos, la Ley de Amnistía y la promesa de la oposición de que mantendrán plenos derechos políticos. Este Soft Landing es el escenario menos malo y está en sus manos, no en las nuestras.
@joseagilyepes
(José Antonio Gil Yepes)