A esa circunstancia está siendo sometido el venezolano, el gobierno le vende la utopía que con el petro está usted teniendo y manejando una divisa que tiene un precio de 30 o 15 dólares, sea petro o medio petro.
Esta ilusión de dinero llamada petro, no es dinero, que usted pueda usar para pagar la cuenta en cualquier lugar, solo podrá hacerlo donde la reciban; con ello, ya perdió usted su libertad de disponer que pagar y donde hacerlo cuando quiere comprar algo.
No puede cambiarla por otra moneda, es decir, no puede efectuar la operación de cambiar petros por pesos, dólares y menos por bolívares. Es decir no es dinero fiduciario. Ahora bien es una suerte de dinero que no lo es, que está bajo control del Estado, y cuando usted lo tiene, el Estado lo controla a usted, diciéndole donde puede usarlo, solamente donde el Estado (gobierno o régimen) lo establezca previamente.
El petro en consecuencia no reúne las condiciones de la moneda, no puedo cambiarla, no puedo comprar en cualquier lugar y no me sirve para pagar otros servicios. Estamos entonces en la ruta de implantación del petro desde la ilusión en su mente de que es una moneda o un dinero paralelo digitalizado.
En Cuba existen dos monedas, el peso o CUP, que no es convertible, con él les pagan a los trabajadores. Curioso, el petro no es convertible tampoco, y con él se proponen comenzar a pagar lo que en algún tiempo fue salario de los funcionarios públicos, pero que ya entregan a una importante cantidad de venezolanos asociados a la página patria. La otra moneda en Cuba es el CUC, o peso convertible, al que caprichosamente le asignan un valor igual al del dólar.
En Venezuela igual que en Cuba con la dualidad monetaria dividirá la economía, los que ganan o usan los petros o el CUP, y los que ganan en otro signo monetario, en nuestro caso, bolívar (desapareciendo) peso colombiano y dólares americanos. Esta situación dividirá como en efecto ya sucede, la inversión de la pirámide social; abajo los que ganamos en bolívares y los que reciben petros, y los de arriba, por ahora solo un 22% de la población que maneja dólares.
El régimen busca establecer una dualidad monetaria para tratar de enfrentar su propia crisis, la crisis del comunismo. Pero lo cierto es que, como expresan los economistas versados sobre el tema, indicando que esta dualidad distorsiona la medición de la eficiencia y la competitividad de la economía. Frente al cual uno se pregunta ¿es la economía comunista eficiente y competitiva?, claro que no lo es; estamos en consecuencia en presencia de un modo de dominación de la sociedad haciéndola depender aún más del gobierno.
Quiero por demás dejarle claro, la relación ilusoria que le asigna el gobierno al petro en relación al dólar. El perto está controlado por el gobierno, bajo su control de cambio; si el gobierno la habilitara de forma libre se devaluaría como dinero paralelo, como sucedió y sucede con el bolívar
Es entonces un mecanismo que ata al ciudadano al gobierno, por medio de los locales a donde puede usar el petro, previamente definiendo el gobierno que es lo que puede comprar y que no puede comprar con esta fulano petro; en consecuencia es una suerte de libreta de racionamiento electrónica.
Mientras en Venezuela se estén implantando los fundamentos del comunismo su crisis permanecerá, toda vez que el comunismo no tiene remedio.
Carlos Casanova Leal