Pedro Morales
“En lo particular para el caso venezolano se posee la 1era reserva de petróleo del mundo, la 2da reserva probada de oro, la 6ta reserva de diamante, la 5ta de coltan, la 2da reserva de agua del continente americano entre otras innumerables bondades y poli diversas riquezas en todos los órdenes que representan un patrimonio o tesoro exclusivo de la nación o población venezolana…” (La Nación, 29-08-2021).
“…Puede aludir a cualquier zona geoeconómica mundial, donde en su aspecto aparente o de forma confluyen rivalidades, parcialidades o conflictividades geopolíticas…Pero en lo que concierne al fondo del asunto, representan regímenes económicos-políticos totalitarios, que en la práctica o a nivel empírico, van mucho más allá de una simple diferenciación teórica, o lo que equivale en un tono pragmático a decir que son idénticos… Adicionalmente, el apetito desmesurado por las riquezas del mundo… a lo largo de la historia de la lucha entre el bien y el mal (o en algunos casos entre el mal y el mal, asimilados a regímenes o sistemas bipolares de la maldad), siempre fue una peculiaridad esencial del conflicto de intereses hegemónicos…” (La Nación, 25-07-2021).
La economía política de hoy en día desde una perspectiva espiritual, ha estado fundamentándose y documentándose en la 1era, 2da y 3ra parte del libro asociado a ella (Morales, 2019, 2020, 2021), y que algunos de sus contenidos se han compartido en textos expositivos anteriores: expuestos en este prestigioso medio de comunicación.
La situación de padecimiento sostenido y destrucción progresiva de un país como Venezuela, ha sido producto de un plan maléfico, que no solo ha sido producto de un individuo o sector político; definitivamente no. Existen múltiples cómplices y responsables, incluso de apariencia opositora (un día llaman a elecciones pero al siguiente convocan a la abstención), que se han dado a la innoble, desleal y demoniaca tarea de mermar, degradar y desintegrar progresivamente la integridad (emocional, moral y espiritual sobre todo), bienestar y progreso de una nación que estaba perfilada a convertirse en una verdadera potencia mundial, pero que los intereses hegemónicos surrealistas totalitarios lo impidieron.
A solicitud de un distinguido grupo de lectores, que desconocen la sindemia agravada de Venezuela desde hace tiempo, en esta entrega se muestra parte de un informe presentado en el año 2017, donde se describe la tendencia de deterioro de un país con extraordinarias riquezas, pero lamentablemente la avaricia de los imperios del mundo la han querido absorber, apoderar…robar. A continuación una exposición de algunos impactos negativos:
Universidades:
Ha abandonado premeditadamente la infraestructura universitaria, institucionalizado el atropello, la persecución y la criminalización de la protesta cívica y pacífica, e inducido al movimiento “migratorio”, fuga de talentos y descapitalización intelectual y laboral de nuestras universidades.
La política de desinversión y restricción presupuestaria del ejecutivo nacional en contra de las universidades ha generado graves daños en su infraestructura, la calidad de vida de toda su comunidad, y en la continuidad y óptima calidad de los procesos de enseñanza-aprendizaje: todo en detrimento del sector estudiantil y la sociedad en general.
Existe una tendencia negativa para la universidad y el país, que consiste en la renuncia masiva de docentes y trabajadores universitarios en general. Para el caso particular de un profesor con una larga y meritoria carrera universitaria, esto origina un extraordinario vacío académico no fácil de solventar, que en la práctica se traduce en una afectación significativa y evidente sobre el nivel óptimo de los procesos de enseñanza y aprendizaje. Con el agravante, que las ofertas de concursos para ocupar cargos académicos resultan desiertos por el poco el poco o nulo interés de participar profesionales en oportunidades universitarias.
Asimismo, partiendo de una política “inadecuada” e inconstitucional por parte del gobierno nacional, la pérdida de valor de los presupuestos universitarios y la descapitalización agravada de la infraestructura universitaria, a causa de la devaluación recurrente y megahiperestanflación, han atentado contra la adecuada ejecución de los “Planes de Desarrollo Integral” de las universidades: requieren que se le restituya o invierta más de 5 mil millones de dólares.
Político:
Desvirtuar y deslegitimar las instituciones y organizaciones democráticas, a través del impedimento de elecciones, desconocimiento de resultados electorales, coartando la participación del pueblo soberano y descartando a sus genuinos representantes a través de la usurpación de funciones y competencias que no les corresponde.
Adoptar un comportamiento inconstitucional, que involucra una violación progresiva de los derechos humanos fundamentales de los venezolanos (vida, salud, trabajo, alimentación, educación, información, etc.). Además se ha dado a la tarea desleal de aniquilar toda institución democrática, y por ende seguir desconociendo con diferentes maniobras la voluntad genuina y soberana del noble pueblo venezolano.
Agregar de forma premeditada y deliberada factores de incertidumbre, perturbación e inestabilidad, lo cual confirma sin ninguna excusa su política a favor de la conflictividad, además que ratifica su postura autoritaria, intolerante, e irrespetuosa a la pluralidad; con el pesar de profundizar la agresión a la autonomía, al derecho a la propiedad, a la educación, a la libertad de pensamiento, información y de expresión: que constituyen parte esencial de la matriz de principios morales y éticos de la democracia.
Económico-Social:
Acentuar la conflictividad a partir de un “proceso constituyente” inconstitucional y antiético, con el agravamiento del panorama económico nacional no obstante que por venta de petróleo (a precios actuales), en los últimos 19 años se han recibido lo equivalente a más de 5 “Plan Marschall” (recuperación y reconstrucción de Europa después de la segunda guerra mundial).
Incremento salarial sin poder adquisitivo, bono de alimentación que no alcanza para comer, “más carnet que comida en la Patria”, “menos bolsas CLAP pero además escaso y costoso todo lo necesario para vivir”, crece la “chamba” o empleo improductivo, caída de los precios del petróleo con la respectiva disminución en los ingresos por más de 100 mil millones USD, disminución de las reservas internacionales a niveles críticos, incremento sostenido de la inflación (mayor al 2000%), critica caída del PIB por la “paralización del país” (cada día equivale a 850 millones de dólares), tipo de cambio real del bolívar con respecto al peso colombiano y al dólar USA en niveles históricos, devaluación a cada instante con el impacto inmediato sobre la inflación…
La manifiesta tendencia regresiva remunerativa de todos los trabajadores venezolanos: el salario mínimo está por debajo del salario mínimo vital (artículo 91 de la CRBV). El debilitamiento continuado del signo monetario nacional: un «bolívar débil» ante una carencia de dólares y una inflación indetenible.
El abandono de la infraestructura económica, social y política (capacidad productiva, aparato agrícola e industrial, vías de comunicación, plataforma hospitalaria, base educativa, etc.). La destrucción del aparato productivo nacional: la escasez y desabastecimiento de absolutamente todo. Incluso en el mismo “mercado negro”: si el producto se logra encontrar debe pagarse 80 o 100 veces su precio.
La consecuente megahiperestanflación (altos y continuados niveles de inflación, desempleo, estancamiento) dentro de una espiral decadente e involutiva. “Lo que hoy tiene un precio, en el día de mañana supera altamente su precio y su valor” (de manera infinita).
La indefinida declaratoria del Estado de Excepción o “Emergencia Económica”, la cual no garantiza el “Derecho a la Propiedad” o la “Libertad Económica”, que en la práctica representa una “inseguridad jurídica” que coarta la inversión privada.
Constitucional:
Por más de 17 años, Venezuela ha sido víctima del accionar de un régimen gubernamental que ha infringido y violentado de forma sistemática, recurrente e impune el Estado Constitucional de Derecho, lo cual se traduce en esencia en el quebrantamiento de los derechos humanos fundamentales de todos los venezolanos que se encuentran plasmados en el contrato social aprobado por el poder constituyente y de obligatorio cumplimiento por los poderes constituidos.
El 2 de diciembre del 2007, el poder popular le dijo “NO” a la reforma constitucional, donde se pretendió cambiar el espíritu y propósito consagrado en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV), para crear el “Estado Comunal”. El régimen gubernamental de manera inescrupulosa ha realizado cambios de fondo en el texto y espíritu de nuestra Carta Magna, lo que se traduce en la desobediencia impune de la CRBV.
El régimen gubernamental ha asumido sin mayor escrúpulo funciones del poder constituyente, incumpliendo la máxima: “para que exista Estado de Derecho es necesario que el gobierno y los gobernados estén sometidos al derecho que nace del imperio de la Constitución, de su supremacía y su vigencia”. Recalcando que es el pueblo el Poder Constituyente, poseedor constitucional de la soberanía y máximo responsable del futuro de nuestra nación (art. 5 constitucional).
El Referéndum Revocatorio, consagrado en el artículo 72 de la CRBV, tiene un sentido amplio que sirve para recuperar la institucionalidad, la reconstrucción y la reconciliación en Venezuela. Por tanto, resulta inaceptable cualquier argumento que justifique la decisión inconstitucional de paralizar o suspender la etapa de recopilar el 20% de firmas.
Es determinante para el Poder Constituyente comprender que las acciones deliberadas por parte del régimen gubernamental en contra de la Carta Magna, mediante la violación de los derechos económicos, sociales, ambientales y de los pueblos indígenas y culturales y educativos, han provocado el padecimiento complejo de carácter humanitario….
Referencias:
La Nación (29-08-2021). Isla-Mundial: https://bit.ly/3tcxTRh
La Nación (25-07-2021). Regímenes surrealistas: https://bit.ly/3yF9ZiI
Morales, P. (2020). Economía Política Hoy. Una perspectiva desde la espiritualidad (¡Jesús en ti confío!): https://bit.ly/3DDsHuN
Morales, P. (2019). Perspectiva Económica Contemporánea: https://bit.ly/3DDsHuN
Fuente: “Perspectiva Económica y Académica Contemporánea”. UNET. Años: 2018 al 2021. Pedro Morales. [email protected] @tipsaldia. WhatsApp: +584168735028