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Inicio/Opinión/Freddy Parada: un gran amigo

Opinión
Freddy Parada: un gran amigo

viernes 30 junio, 2023

Eduardo Marapacuto

 


Los legados que van quedando sirven para darle vida a la vida de una familia, de un pueblo o de una Patria. Nosotros –los venezolanos y venezolanas- somos hijos de esos legados que nos dieron la libertad en el Siglo XIX,  los que nos impulsaron en el Siglo XX y los que los que nos llamaron y nos convocan en este Siglo XXI. Hoy, en esta tercera década del siglo presente, andamos luchando y con ganas de victoria, conscientes del reto que tenemos y del compromiso que nos reclama la historia que no es otro que defender nuestra dignidad como pueblo soberano e independiente. De eso se trata ser militante de esta Patria, estar dispuesto a defenderla en cualquier circunstancia y desde cualquier trinchera, porque de qué vale vivir en este suelo sagrado si no estamos dispuestos a defenderlo para perpetuarnos en la roca de la libertad.

Con mi camarada y gran amigo, Freddy Parada, conversamos muchas veces sobre estos temas y sobre la necesidad de ir hacia la profundidad de todo esto para construir un debate a la altura de las ideas, de los proyectos en la prospectiva de la verdad. Hay que darle un vuelco a todo –decía Freddy Parada-  y buscar las mejores estrategias para seguir adelante. De verdad, hay que desamarrar los nudos que nos atan para tener bien claro el sentido de la vida, de la amistad, de la solidaridad, del compromiso con la familia, con los amigos, con las amigas y con la Patria.

A veces resulta que nos cuesta o no tenemos bien claro el sentido de la amistad y mis amigos y mis amigas son cada 100 cuando los vemos. Hay casos –muchísimos diría yo-, en que no consolidamos amistad ni con la familia, ni mucho menos con particulares. La amistad y el contacto tienen que ser de todos los días, con reconocimiento y con respeto; ese el deber ser, porque normalmente nos movemos en el bajo mundo de la vileza, de la celada, del resentimiento, de la inmundicia, de la ligereza y la falta de solidaridad.

Pero no todos los seres humanos se mueven en esos abismos, sino que hay otros que caminan firmes en el ato sentido de la responsabilidad y la ética. Freddy Parada fue una de esas personas, un camarada, un amigo, un militante, un hermano, cultivador de la amistad. Allá a su casa, fuimos varias veces  a compartir unos tragos y largas conversas con muchas personas, contando siempre con la bienvenida de su esposa Marisol. Precisamente, el miércoles 27 de junio, recordamos su partida a la eternidad y su legado quedó expresado en sus ideas, en sus consejos, en sus opiniones acertadas sobre la realidad política del Táchira y de Venezuela. Por ello, para mi es honor escribir estas palabras sobre Freddy, recordando siempre que a los amigos, a las amigas, a nuestros familiares, hay que tenerlos presentes, siempre con una palabra de aliento en las buenas y en las malas. A los que han partido a la eternidad, recordarlos y mantener vivo su pensamiento.

A veces todo lo criticamos, todo lo cuestionamos y casi nunca aprobamos nada. En nuestra familia tiramos lazos enredados para que todos anden amarrados a nuestros designios. Con nuestros amigos y amigas nos cuesta expresarle el cariño y el aprecio, a nuestros compañeros de estudio o de trabajo les clavamos de vez en cuando una que otra puñalada trapera. Y así andamos, quemando los barcos, arrasando la tierra y siendo cada día peores personas y seres humanos sin alma ni espíritu.

Despertemos cada día con los cantos del amanecer y en voz alta digamos: Vale la pena vivir, vale la pena amar, vale la pena seguir luchando por nuestra familia y por nuestra patria. Así que mis estimadas y estimados lectores, ahora es que queda vida, para seguir escribiendo y con la palabra ver el rostro hermoso de la verdad. ¡Qué así sea!

Politólogo, MSc. en Ciencias Políticas.

Investigador RISDI-Táchira

Investigador Cesyc

[email protected]

 

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