Porfirio Parada
En el mundo de las letras y literatura, Gabriel García Márquez figura como uno de los nombres más conocidos en el mundo. En América, Europa, sobre todo en Latinoamérica. Para muchos lectores, críticos, e investigadores luego de la obra “Don Quijote de la Mancha” de Miguel de Cervantes Saavedra, este escritor nacido el 6 de marzo de 1927 en Aracataca, Colombia, es el autor más leído, querido y popular. ¿Cómo llegó a ser tan famoso un escritor nacido en un lejano pueblo colombiano? ¿Qué tiene sus libros que lo hace tan especial? ¿Cómo se hizo escritor? ¿Qué tan influyente ha sido para la literatura y la humanidad?. Ha sido traducido en muchas lenguas. En su primera novela “La hojarasca” ya existía un Macondo. De tendencia izquierdista, viajó a la URSS. Muchos lo admiran, hay otros que no, por su personalidad. Casi no daba entrevistas. Su novela “El amor en los tiempos del cólera” publicada en 1985, fue llevada al cine en el 2004.
A Gabriel García Márquez lo han leído mucho. Casi que en sus últimos días cuando estuvo en Colombia, luego en Francia, España y México. Lo siguen leyendo luego de su muerte en el año 2014. Incluso lo han leído gente poca lectora, que hacen sus vidas, por todos los años, ciclos y etapas, y quizás en sus días finales han leído por máximo 3 o 4 libros y entre esos está uno o dos de él. Goza de esa exclusividad. Se escucha en muchas escuelas, colegios, liceos y universidades. Análisis y evaluación de tal obra. Para regalos buscan sus obras, van a la librería o lo piden por internet. Su rostro representa un billete de su país, algunas veces se escucha su nombre en la gente, en un café, en conversaciones. Obtuvo el Premio Nobel de Literatura en el año de 1982, escribió guiones para cine, en el transporte público se escuchan vallenatos con la letra de los títulos de sus libros y novelas, entre otras cosas más que se escapan y limitan esta columna.
Le decían también “Gabo” y las personas más cercanas y familiares “Gabito”. Sus primeros años en Colombia reconoce la influencia de su abuelo materno, que fue coronel, y que vivió un buen tiempo con él mientras su padre entre viajes e imprecisiones hacía lo propio como farmacéutico. Escuchaba sus historias y proezas de su vida (la historia colombiana entre conservadores y liberales) con gran curiosidad y sin decir mucho, igual con su abuela, que el mismo escritor decía que ella llenaba los pasillos de historias sobre fantasmas y episodios fantásticos. Por supuesto su vínculo con su madre y sin excluir, entre sus primeras formas de conocimiento y formación el paisaje caribeño colombiano, recurso vital y visual, que luego registraría en su obra de la forma más creativa, sensible y artística. Es decir, parte de su mundo que luego fue universal nació de lo local, entre la memoria de los demás, con las calles y balcones coloniales y la arquitectura de su infancia, entre el roce pueblerino con la intimidad familiar, gente mayor que él escuchaba con atención.
Luego vivió en Sucre, también en Bogotá con su inclemente frío, se casó en Barranquilla con Mercedes Barcha (esta historia de la pareja que se conocían desde niños, parece otra novela de amor) quiso estudiar y estudió Derecho pero no finalizó, vio en el periodismo un territorio donde no solo podía ser útil y trabajar para ello, sino percibió encontrándose con las palabras y la escritura, las historias con el lenguaje, una manera más propia, de crecimiento para surgir, moverse y expresarse y así fue. García Márquez escribió lo más real pero vivió y viajó en la ficción. Escribió cuando era joven una gran cantidad de artículos, crónicas y reseñas. Cultivó el oficio del periodista, con la máquina de escribir, en compañía de cigarrillos. Era de mediana estatura, pelo churco, usaba bigotes.
Como periodista firmaba bajo el seudónimo de “Septimus” llamándose su columna: “La jirafa”. Hay un libro de la editorial Bruguera donde recopila en dos volúmenes ese trabajo periodístico y literario publicado en los medios impresos de El Universal de Cartagena, y El Heraldo de Barranquilla. Textos costeños, anécdotas, curiosidades, el acontecer diario, el vallenato de Escalona, la pluma de Truman Capote o William Faulkner, Virginia Woolf, cuentos de loros, los países con y sin barcos. El Gabo también vivió en Caracas, llegó en 1957, escribió para la revista Momento, escribió crónicas de la tierra de Simón Bolívar, experimentó los conflictos políticos y sociales del presidente de la época, Marcos Pérez Jiménez, escribió cuando se va el agua en la gran capital. En ese entonces no era tan famoso. Una vez dijo que decidió ser escritor luego de leer “La Metamorfosis” de Franz Kafka.
Luego vendría por lo que es conocido, vendría una de las obras más importantes de la literatura universal como lo es “Cien años de soledad”, escrita encerrado en su habitación en México por varias semanas y meses. Macondo que es la geografía y el paisaje poético, de lluvias y soledades. Flores amarillas, Macondo con la familia de los Buendia, Macondo que es Aracataca y también son otras narraciones del escritor, en otros libros, otros cuentos e historias como “La increíble y triste historia de la cándida Eréndida y su abuela desalmada”. Macondo es el mito de El Dorado, es la luz del Caribe, mar verde y azul, Macondo son los pueblos de este país, de otros pueblos de otros países, que hay en este continente. Hay una entrevista que sale en internet donde García Márquez reconoce el apoyo incondicional de su esposa Mercedes en esa obra.
El mundo se cautiva por el denominado Boom Latinoamericano siendo Gabriel García Márquez una de sus estrellas en la narrativa contemporánea. Su estilo lo etiquetan como Realismo Mágico. Escribe sobre lo que ha vivido la humanidad: la guerra, la religión, el olvido, el amor, la soledad, la sobrevivencia, la desesperanza, la política, la pérdida, el desamor, la injusticia, la riqueza y el combate de la naturaleza, la muerte. Paradójicamente leí “Cien años de soledad” en una época que experimenté poco o mucho, estar solo, vivía en Barquisimeto con pocas amistades, y las que tenía no leían libros. Pasé día y noche leyendo en muchos ratos libres en la ciudad crepuscular.
Años después leí “El general en su laberinto” y me di cuenta la pasión e interés que tuvo García Márquez por Simón Bolívar y luego supe por medio de un libro que me regaló Kellys García que se llama: “El olor de la guayaba” una entrevista que sostiene el Gabo con el periodista y amigo Plinio Apuleyo Mendoza donde también dice la influencia y referencias al antiguo presidente de Venezuela, Juan Vicente Gómez. Indudablemente el escritor colombiano se interesó por el poder. Así lo reflejó en su obra literaria, incluso en su propia vida, ya llegando la fama pudo visitar, convivir y tratar de amigos a figuras políticas, algunas polémicas, presidentes de países de Latinoamérica: Fidel Castro por Cuba y Carlos Andrés Pérez por Venezuela, fueron conocidos sus encuentros y visitas oficiales y no oficiales. Mientras en una parte se fundaba una cátedra de periodismo en la isla cubana, por el otro lado del caribe pero por la Cordillera de los Andes, en el Táchira, García Márquez asistía y disfrutaba una corrida de toros de la Feria Internacional de San Sebastián a lo Hemingway, en compañía del presidente y amigo nacido en Rubio, Carlos Andrés Pérez. Hay una foto conocida, que registra el momento.
Varios hombres que escriben o les gusta leer me han hablado durante los años sobre la obra de García Márquez. Existen mujeres que he querido que me han obsequiado libros relacionados con su vida y obra. Myrian de Aguilar, amiga de la familia, un día me preguntó si teníamos Cien años de soledad en la casa y se lo entregué sin pensarlo y han pasado muchos años y nunca se lo pedí. A Mérida Vanessa Mota le tengo un libro suyo, las memorias del escritor “Vivir para contarla” que debo devolverlo. Su libro “Doce cuentos peregrinos” es un lujo para leer cuentos. La polémica con el otro escritor del Boom, el peruano Mario Vargas Llosa, primero el reconocimiento de ambos por la obra de cada quien y luego el golpe en el ojo que recibió el Gabo por parte del escritor peruano. Vargas Llosa publicó antes del problema, un análisis sobre su obra. Estoy en deuda con la lectura de “El otoño del patriarca” (El escritor dijo que era su obra más experimental y poética). Una vez entrevisté a Kike Rosales, sobre la lectura de sus libros y me dijo que sobre “el Gabo he leído casi todo”. Y ahora con la ilusión del tiempo, con sus sorpresas, nos avisa que se espera para el año 2024 la publicación de una novela inédita de Gabriel García Márquez, se trata de “En agosto nos vemos” un manuscrito de 150 páginas inconcluso, pero que será valiosa su lectura para los miles de seguidores de su obra.
*Lic. Comunicación Social
*Presidente de la Fundación Museo de Artes Visuales y del Espacio
*Locutor de La Nación Radio