“Tiene que ejercerse el poder para beneficio de todos, no para salvaguardar intereses particulares”.
Hugo Rafael Chávez Frías
(Aló Presidente N. 250, 26 de marzo de 2006)
Ya son contadas las veces en las cuales hemos hecho referencia a una infraestructura diseñada por el arquitecto Fruto Vivas y construida en los alrededores de La Grita, en un paradisiaco lugar denominado Campo Alegre.
Se trata de un maravilloso hotel, bautizado como Hotel “La Montaña”, en la ruta de los páramos entre los estados Táchira y Mérida, en la vía hacia Las Porqueras; un paisaje que está incluido en el Parque Nacional Páramo del Batallón, del municipio Jáuregui, en el estado Táchira.
La obra fue concebida por un grupo de griteños emprendedores, quienes en la década de los años 60 hicieron una inversión en un hotel, el cual luego sería inaugurado por el presidente Raúl Leoni, a comienzos de los años 70, con el fin de impulsar el turismo y fomentar el desarrollo económico de esta extensa región de los Andes venezolanos.
Desde sus primeros años, la hermosa infraestructura cuenta con un eje central para restaurante y comedor, una bella vista panorámica hacia la ciudad de La Grita y un espacioso bar con salones para juegos de mesa y amplias cabañas de teja, enclavadas en verdes potreros aledaños, como un refugio inolvidable para familias, turistas y viajeros.
Pasados los años, desfilaron por el hotel varias administraciones de carácter privado y con atención especial, sobre todo cuando estuvo en manos de una pareja de italianos (recordamos a la Sra. Alida y su familia), así como también a otros paisanos emprendedores y amantes del turismo.
Con el tiempo, muchos de sus socios iniciales vendieron sus acciones a quien pasaría a ser el socio mayoritario, el doctor Alí Salcedo, quien años más tarde dejaría el hotel en manos de nuevos administradores.
Al morir el doctor Salcedo, su hijo Leonardo vendió la mayoría de las acciones a la alcaldía del municipio Jáuregui, pasando así el Hotel “La Montaña” a manos de la citada institución y de algunos accionistas minoritarios, quienes no participaron en la negociación.
El monto de la venta, con financiamiento del Estado venezolano a través de la desaparecida Corporación Venezolana de Fomento (CVF), estuvo por el orden de los 16 mil millones de bolívares (millardos) y quedando como nuevo propietario el ayuntamiento de Jáuregui, en la época del alcalde Macario Sandoval.
En los últimos años, luego de desfilar por la alcaldía de La Grita varias administraciones afines al partido de Gobierno y a la oposición, el Hotel “La Montaña” quedó a la deriva y sus instalaciones se han venido a menos, gracias a la falta de mantenimiento y también debido a los enredos legales, entre los socios minoritarios y el ayuntamiento de Jáuregui.
Como hijos de la “Atenas del Táchira”, vemos con preocupación la actual situación del hotel de Campo Alegre y hemos levantado nuestra voz para recomendar,que esta hermosa infraestructura sea rescatada, como orgullo de los griteños y por ser una obra magistral del arquitecto Fruto Vivas.
Nuestra mirada siempre ha estado puesta en el destino inmediato de esta importante infraestructura turística. Por eso le hemos insinuado al paisano y maestro, Fruto Vivas, la idea original que tuvo en el momento de la compra del hotel el burgomaestre Macario Sandoval, la de convertirlo en un Hotel Escuela.
El tiempo ha transcurrido y el proyecto se ha quedado solo en buenas intenciones, todo ello por la falta de visión e impulso, para darle vida y hacer realidad allí una obra didáctica a través de alguna universidad, como se concibió en un proyecto inicial a través de la Universidad Simón Rodríguez.
Otra posibilidad que hemos explorado y que podría encajar perfectamente con la recuperación del Hotel “La Montaña” de La Grita, es la de convertirlo en un núcleo de la Universidad para el Ambiente (UPA) “Fruto Vivas”, cuya sede principal está en la ciudad de Barquisimeto, capital del estado Lara.
Igualmente, entre las recomendaciones que también hemos sugerido en anteriores oportunidades, está la de vincular la importante infraestructura – una vez superado el litigio jurídico entre sus pequeños accionistas y la alcaldía de Jáuregui – al Ministerio del Poder Popular para el Turismo, actualmente en manos de la ministra Stella Lugo.
La vía o modalidad para la adquisición del Hotel “La Montaña” es factible, por ser el Estado su verdadero propietario, ya que la mayoría de las acciones adquiridas por la alcaldía de La Grita fueron compradas con dineros del Gobierno (la desaparecida CVF) y el ayuntamiento todavía adeuda tales recursos, así como el capital correspondiente a la inversión de los pequeños accionistas.
Es inconcebible que en plena Revolución Bolivariana, por indiferencia dejemos una obra de esta singular importancia para el turismo a la deriva. Una infraestructura como el Hotel “La Montaña” de La Grita no puede estar en manos de la desidia y mucho menos del abandono.
Las nuevas generaciones de griteños y quienes amamos nuestro terruño deseamos que de una vez por todas el Estado venezolano, a través del Ministerio Popular para el Turismo, recupere de manera inmediata esta bella infraestructura, para convertirla en un Hotel Escuela, no solo productivo desde el punto de vista económico, sino académico.
La creación de una Escuela de Turismo, con fines ecológicos y ambientales, representa una excelente opción para el Hotel “La Montaña” de La Grita, junto al apoyo de casas de estudio superior del país.
La Universidad para el Ambiente “Fruto Vivas” (UPA) representa una magnífica oportunidad; no solo por llevar el nombre del creador del diseño del actual hotel de Campo Alegre, el ilustre arquitecto Fruto Vivas, sino porque sirve para abrir las puertas a nuevas generaciones de tachirenses y de venezolanos en el campo de la hotelería y el turismo.
¡Amanecerá y veremos! (Marco Tulio Arellano)