Alejandro Bautista González*
En las dos anteriores entregas, a través de esta columna, nos referimos a “La integración: puente para el desarrollo”. En esta oportunidad, continuando con este importante tema, expondremos sobre la Importancia de la integración para los países, en particular para Venezuela.
Comprobado está que país que asume la integración sale ganancioso en todas las áreas y se fortalece en el concierto de naciones. Basta comprobarlo en los países europeos, que se integraron al Plan Marshall años después de concluida la Segunda Guerra Mundial; luego conformaron e integraron a lo que hoy es la Unión Europea (UE), fueron 25 países en un principio. Así mismo, podemos señalar el considerable desarrollo por los países integrantes de la CAN, MERCOSUR, TLCAN, MCC o el CARICON.
Al respecto de la Integración, el francés Jean Monnet, uno de los padres de la UE, vaticinó: “No habrá paz en Europa, si los Estados se reconstruyen sobre una base de soberanía nacional (…). Los países de Europa son demasiado pequeños para asegurar a sus pueblos la prosperidad y los avances sociales indispensables. Esto supone que los Estados de Europa se agrupen en una Federación o “entidad europea” que los convierta en una unidad económica común”.
Como bien lo explico en mi Tesis Doctoral, defendida en la Universidad de Málaga-España, en febrero de 2007, “Cuando se habla de integración se sobrentiende que se refiere a la integración económica, y esta viene a ser el proceso mediante el cual los países van eliminando sus características deferenciales”. (Bautista, Alejandro. 2007. INTEGRACION SUDAMERICANA… pág.151-152. Fondo Editorial UNET). Ejemplos de ello los encontramos en la CAN, MERCOSUR y TLCAN. Pero hay una integración de mayor complejidad y es la integración política.
La integración política es un proceso más ambicioso que la integración económica, y consiste en la construcción de entes supranacionales que configuran una jurisdicción más amplia destinada a: 1) simplificar la expansión comercial entre países integrados económicamente, y 2) garantizar el cumplimiento de las obligaciones asumidas por los Estados luego de integrarse económicamente. Ejemplo de este modelo lo encontramos en la Unión Europea.
La integración supone la unión de partes de un todo; un proceso o estado de cosas por las cuales diferentes naciones deciden formar un grupo regional adoptando políticas comunes y con el objetivo de avanzar juntos en el proceso de desarrollo. El concepto de la integración está, en consecuencia, vinculado a las ideas de proceso (o movimiento hacia un estado distinto) y de grupo (naciones que actúan conjuntamente). La economía internacional se caracteriza porque los países aplican instrumentos que les permiten tratamientos diferenciales mientras que la integración económica resulta ser el proceso mediante el cual los países van eliminando, voluntaria y conjuntamente, esas características diferenciales.
En la historia mundial de la integración de los últimos 70 años, solo la hoy Unión Europea puede categorizarse como un proceso de integración capaz y reconocido, al punto de haberse transformado en ese tiempo en una “potencia mundial” con capacidad de autoabastecerse en el sector agrícola (Europa verde), desarrollar tecnología propia (Proyecto Eureka), competir en el terreno aeronáutico (Proyector Concord y Air Bus) y, también, en el terreno espacial (Proyecto Ariane).
La integración, más allá del comercialismo en el que se la ha encuadrado, constituye una alianza entre iguales. Iguales en términos de quienes tienen similar problema y el mismo objetivo para resolverlo. Cuando se da un pronunciado desequilibrio en la capacidad de los actores que se integran: México en el TLCAN; Uruguay y Paraguay en el MERCOSUR junto a Argentina y Brasil; los hoy países del Pacto Andino en el contexto de la que fuera antes ALALC, Etc.; hay un proceso integrativo “organizacional”, motivo por el cual, la tendencia, en general, es buscar integrarse en niveles de paridad: similar problema, similar objetivo.
Hacia allá debe orientarse Venezuela y aplicar la lógica, desechando intereses politiqueros foráneos que en nada nos favorecen: si Venezuela aplicara las experiencias positivas de la CAN, MERCOSUR y Chile, bien podría liderar la conformación de la INTEGRACION SUDAMERICANA: un poderoso bloque regional con la participación de todos los países de esta parte del continente.
En la próxima edición concluiremos esta temática con “Razones e importancia de la integración”.
*Doctor en Cooperación Internacional. Integración y Descentralización: Los Desafíos del Desarrollo Internacional