Humberto González Briceño
Donald Trump está a punto de ser seleccionado candidato presidencial por el partido republicano y tiene la posibilidad real de ser electo nuevamente presidente de los Estados Unidos de Norteamérica.
¿Qué se podría esperar de una segunda presidencia de Donald Trump en sus relaciones con el chavismo en Venezuela?
En principio, y como una política general del Departamento de Estado Norteamericano, no habría mayor diferencia con la administración de Joe Biden en el sentido que la prioridad de Trump sería defender los intereses de los EEUU más allá de las consideraciones de derechos humanos que afectan a la mayoría de la población venezolana.
Aunque resulte odioso para los venezolanos, la realidad es que los Estados Unidos no se van a involucrar en el conflicto interno de Venezuela por lo que interesa a los venezolanos, sino por lo que convenga a los intereses de los EEUU. Y habrá una disonancia permanente mientras ambas ondas de interés no estén alineadas.
Lo que sí va a marcar un cambio desde el día 1 en la política exterior de Donald Trump es su interés en buscar una salida negociada para terminar la guerra Rusia-Ucrania.
De llegarse a este punto, los Estados Unidos perderían interés en tener al gobierno chavista como un proveedor confiable de petróleo barato y en su lugar buscarían afianzar aún más sus relaciones con Guyana vía ExxonMobile. Esta nueva situación geopolítica sin duda influenciaría dramáticamente la decisión de la Corte Internacional de Justicia sobre el Diferendo territorial entre Venezuela y Guyana.
No es realista esperar que un segundo gobierno de Trump emprenda acciones similares al apoyo del gobierno interino de Juan Guaidó ni tampoco que se embarque en una intervención militar. ¿Por qué? Porque los EEUU tienen formas más eficientes de proteger sus intereses.
Lo que se puede esperar de un segundo gobierno de Donald Trump es una relación entre Washington y Caracas basada en el más absoluto realismo político, siempre condicionada por la necesidad superior de los EEUU de proteger su alianza con Guyana y la del chavismo en no darle motivos a los Estados Unidos para que se involucre en los asuntos internos.
En otras palabras, es de interés para el chavismo no alterar el statu quo de esa relación.
En ejercicio del más absoluto pragmatismo es probable que Trump mantenga los canales de comunicación -que no de negociación incondicional- con el chavismo, al mismo tiempo que no dudaría en prestar generosa asistencia militar a Guyana de ser necesario y, si la oportunidad se presenta, ejecutar las órdenes de captura internacional contra altos jerarcas del régimen chavista.- @humbertotweets