Opinión
La «Tierra de Gracia»: un legado olvidado y una oportunidad para la renovación
1 de septiembre de 2024
Pedro Morales
Introducción
En el umbral de la reflexión, nos encontramos con la oportunidad de revisitar el legado olvidado de la «Tierra de Gracia», un lugar bendecido por la gracia divina, donde la belleza y la abundancia se manifiestan en cada rincón. Sin embargo, la decadencia y la crisis profunda que ha afectado a esta tierra nos invita a replantearnos nuestra relación con la gratitud y la apreciación.
La ley del corazón agradecido nos enseña que la abundancia y la prosperidad no se encuentran en la acumulación de riquezas, sino en la apreciación y el reconocimiento de lo que ya tenemos. Es en este sentido que Ryuho Okawa (1987), en su libro «El secreto japonés para una vida larga y feliz», nos muestra que la gratitud es la clave para atraer la positividad y la abundancia en nuestras vidas.
En este contexto, nos damos cuenta de que la «Tierra de Gracia» no es solo un lugar geográfico, sino un estado de conciencia que nos permite apreciar la belleza y la abundancia que nos rodea. La gratitud nos permite conectarnos con nuestra esencia más profunda, con nuestra humanidad, y con la naturaleza que nos sustenta. En este sentido la gratitud no es solo una actitud, sino un camino que nos permite conectarnos con la abundancia y la prosperidad. Cuando nos enfocamos en lo que tenemos, en lugar de lo que nos falta, creamos un espacio para que la positividad y la abundancia fluyan en nuestras vidas.
El legado olvidado de la «Tierra de Gracia»
En un lugar llamado «Tierra de Gracia», donde la belleza y la abundancia se manifestaban en cada rincón, un grupo de personas humildes de corazón se reunieron para reflexionar sobre su situación. La «Tierra de Gracia», bendecida por la gracia divina, había sido dotada de recursos naturales y un entorno propicio para el desarrollo humano y espiritual. Sin embargo, a pesar de su riqueza y potencial, la «Tierra de Gracia» había caído en una crisis profunda.
La gente se preguntaba: «¿Qué ocurrió para que nuestra «Tierra de Gracia», con tanto potencial, cayera en este estado de decadencia?» Algunos habían optado por irse, abandonando su tierra natal en busca de mejores oportunidades, mientras que otros se quedaban, luchando por mantener la esperanza viva.
Un anciano sabio, que había vivido en la «Tierra de Gracia» toda su vida, se levantó y dijo: «La respuesta a nuestra situación se encuentra en nuestra historia. Recordemos el día en que nuestra tierra fue bendecida por la gracia divina. Pero también fue un día que marcó el comienzo de una serie de eventos que tendrían profundas repercusiones en nuestra historia, cultura y demografía.»
El anciano continuó: «Hemos olvidado nuestra responsabilidad de cuidar y preservar este legado. Hemos permitido que la sed de poder y riqueza desenfrenada fijen la visión de la nación, en lugar de buscar un futuro que refleje los valores de justicia y prosperidad que se asocian con la gracia divina. Y peor aún, hemos permitido que diversas potencias extranjeras nos exploten, nos arrebaten nuestra riqueza y nos dividan, impulsadas por sus intereses geopolíticos que se oponen a que nuestra «Tierra de Gracia» logre su genuino esplendor. De esta forma, hemos permitido que nuestra patria se convierta en una fuente de beneficios para esas potencias, en lugar de ser un usufructo de bendición para nosotros mismos.”
La gente se miró entre sí, con ojos de sorpresa y reflexión. ¿Cómo habían permitido que su «Tierra de Gracia» cayera en este estado? ¿Cómo habían olvidado su responsabilidad de cuidar y preservar su legado?
El anciano sentenció: «La «Tierra de Gracia» es un regalo divino, pero también es un desafío. Debemos recordar nuestra historia, aprender de nuestros errores y luchar por un futuro que refleje la gracia divina. Debemos desatar las riendas del ego y buscar la justicia y la prosperidad para todos. Solo entonces podremos recuperar nuestro esplendor y ser una bendición para el mundo.»
El silencio se adueñó del lugar, mientras la gente reflexionaba sobre las palabras sabias del anciano. ¿Serían capaces de rescatar su «Tierra de Gracia», de redescubrir el sendero que los llevara de regreso a la armonía y la prosperidad? ¿Serían capaces de recordar su responsabilidad y luchar con valentía por un futuro más luminoso? Solo el tiempo lo diría, pero una cosa era cierta: si lográbamos transformar nuestra forma de pensar, dejar atrás las raíces de la discordia que nos atan a la tierra, y enfocarnos en la justicia, la compasión y el amor verdadero, entonces podríamos crear un futuro que reflejara la gracia divina y nos permitiera recuperar nuestro esplendor perdido.
Finalmente el anciano concluyó: «Y debemos recordar que la gratitud es la clave para atraer la abundancia y la prosperidad. Debemos enfocarnos en la gratitud por lo que tenemos, en lugar de enfocarnos en lo que nos falta. Debemos agradecer la gracia divina que nos ha sido otorgada y utilizarla para bendecir a otros. Solo entonces podremos crear un futuro que refleje la gracia divina y nos permita recuperar nuestro esplendor perdido.»
La gente asintió con la cabeza, comprendiendo que la gratitud y la apreciación eran fundamentales para atraer la positividad y la abundancia en sus vidas. Debemos creer en nosotros mismos y en nuestra capacidad para cambiar, para evolucionar y crecer. Debemos tener fe en que la gracia divina nos guiará en este camino, iluminando nuestro sendero y fortaleciendo nuestro espíritu. Solo así podremos alcanzar la verdadera grandeza y vivir en armonía con nosotros mismos y con el mundo que nos rodea.
Conclusión
La renovación de la «Tierra de Gracia» comienza con la gratitud y la apreciación por lo que tenemos, y no con la acumulación de riquezas y poder. Debemos recordar nuestra historia, aprender de nuestros errores y luchar por un futuro que refleje la gracia divina, buscando la justicia y la prosperidad para todos.
“¡Al final el Inmaculado Corazón de la Virgen María triunfará!”
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Pedro Morales. Economista ULA. Profesor Titular ULA-UNET. Proyecto educativo: “Salve María Auxiliadora, economía de la salvación y de la felicidad verdadera”. Predicador-Declamador Mariano. Conferencista: Economía Transpersonal-Cuántica. Postulante a Rector de la Universidad Nacional Experimental del Táchira. (UNET) [email protected] /58-414-9767844 / WhatsApp +58 416 8735028