Opinión
Malos servicios atentan contra la libertad de expresión -I-
martes 16 febrero, 2021
Gloria Vivas C.
Si en este momento ocurre una tragedia en el Táchira: un accidente de tránsito con 20 muertos –en Pregonero, Abejales, La Grita, Coloncito- difícilmente la población se enteré como dice la Constitución de Venezuela (artículo 58): veraz y oportunamente”, como se hacía hace 8 o 10 años.
Y no se entera verazmente porque los periodistas quizás no lleguen a tiempo, como es el deber ser, no porque no existan profesionales de la comunicación: hay bastantes, buenos y muy profesionales. No podrán ir a tiempo por múltiples factores entre ellos económicos y de falta de servicios básicos como la gasolina, ya que este servicio en el estado tiene ciclos de problemas.
La información inicial que se obtendría de esa tragedia sería en base a envíos por la mensajería WhatsApp o por cualquier otra red social. Se basaría en el llamado periodismo ciudadano. Útil, pero no suficiente.
¿Y por qué ocurre esa merma informativa en un estado con más de un millón de habitantes, ubicado en una zona estratégica y en una frontera tan pujante, como se dice. Además con dos escuelas de comunicación social, que forma profesionales de la comunicación? Es la pregunta que muchos se hacen y la respuesta es por múltiples factores.
El Táchira es un estado con características singulares y con noticias de carácter regional, nacional e internacional, en los últimos cinco años, ha visto disminuir el número de espacios informativos y algunos de sus principales medios de comunicación social han desaparecido o está a lo mínimo.
Hace 5 años estaban activos tres medios impresos diarios: Diario La Nación, Diario Los Andes y Diario Católico. Los dos últimos pasaron a semanario y luego sólo a digital, por problemas económicos. Luego llegó el semanario La Prensa del Táchira que hoy también es digital y nunca fue diario como lo prometieron.
Hoy quedan como impresos Diario La Nación que circula tres veces a la semana y Diario Católico que circula los domingos.