Opinión
Más control de la información: ¿Cómo está cambiando el paisaje tecnológico?
jueves 16 octubre, 2025
*Rocío Márquez
Quizá usted no lo sabía, pero hasta hace poco, era posible hacer una búsqueda en Google, e ir más allá de los primeros resultados que este mostraba.
Con un pequeño truco técnico (el parámetro &num=100), se podía ver hasta cien resultados en una sola página. Ideal cuando un usuario quería comparar, descubrir fuentes nuevas o entender un tema en profundidad.
No obstante, desde hace unos días, eso cambió. Google eliminó esa opción. Ahora, incluso si alguien intenta usar ese truco, solo podrá ver los primeros diez enlaces por página. Pero, ¿tiene esto un impacto más amplio en cómo usamos internet?
¿Qué cambia realmente?
A simple vista, no parece tan grave. Después de todo, la mayoría de nosotros solemos mirar solo los primeros resultados. Pero esta decisión es una señal de algo más grande: el paisaje tecnológico está cambiando.
Cada vez más, las plataformas digitales están priorizando la velocidad, la síntesis y las respuestas “listas para consumir”. En lugar de invitarnos a explorar, nos ofrecen soluciones rápidas.
Así, en este nuevo modelo, herramientas como la posibilidad de ver más resultados o comparar muchas fuentes en una sola página van desapareciendo. Se reemplazan por una experiencia más guiada, más cómoda, aunque también más cerrada.
Aumenta el protagonismo de la IA en la selección de resultados
Este cambio implica una transformación más profunda: Google está apostando cada vez más por mostrar respuestas generadas por Inteligencia Artificial. Ello reduce su función como “puerta de entrada” al conocimiento distribuido en la web, y aumenta su rol como intérprete o mediador de la información. ¿Qué significa esto para quienes usamos internet todos los días?
Tenemos menos control sobre lo que vemos
Internet cambió nuestra manera de informarnos, aprender y decidir. Sin embargo, esos cambios también nos desafían. Al tener menos control sobre lo que vemos —y cómo lo vemos— dependemos más de lo que las plataformas nos muestran.
Entonces, hay menos diversidad informativa. Los usuarios quedan más encerrados en los primeros diez resultados, lo que favorece a los actores dominantes del ecosistema digital.
Este tipo de ajustes técnicos nos recuerdan que, incluso cuando creemos que “podemos buscar cualquier cosa”, no siempre tenemos acceso total. Así mismo, que las decisiones de diseño o de producto de empresas tecnológicas influyen directamente en nuestras rutinas digitales, aun cuando no lo notemos.
Nuestros profesores de periodismo le llamarían a esto: información dirigida. La plataforma selecciona lo que vemos y nos lo presenta como si fuese lo único que importa.
Ello no solo reduce el control que tenemos como usuarios, también refuerza la idea de que hay una sola versión correcta de la información, y es la que aparece primero. Las otras quedan atrás.
Y, ¿quién decide cuál va primero?
Por supuesto, un algoritmo. Que responde a intereses, tendencias o publicidad.
Pero, ¡no se trata de que dejemos de usar Google! Sino de entender cómo funciona y cómo está cambiando el contexto en la era digital que ya es la era de la IA; también de comprender que cada vez más está en riesgo la posibilidad de ejercer un pensamiento crítico. Frente a eso, necesitamos no solo herramientas nuevas, sino una cultura comunicacional que no confunda lo que obtenemos primero o más fácilmente con lo único que existe o lo verdadero.
*Comunicadora social. Doctora en Ciencias Humanas. Profesora de Comunicación Social, Universidad de Los Andes-Táchira.