Eduardo Marapacuto
La política es y puede visualizarse como un campo de grandes dimensiones, complejo y controvertido en la que se aplican y desarrollan las mejores estrategias para impulsar la personalidad y potencialidades ideológicas del candidato y del partido. Sin embargo, en la ocasión que nos ocupa, surge la pregunta: ¿Qué pasa cuando un candidato se muestra como bobo y decorativo? En este breve artículo de hoy trataremos de explicar este aspecto peculiar del inframundo político.
En primer lugar, es fundamental tener claro que en el mundo de la política existen actores, en este caso candidatos, de toda índole y con diferentes habilidades y deficiencias. Con esta última palabra no se trata de descalificar ni desacreditar a nadie, pero el país entero escuchó los comentarios “bien” expresados cuando el candidato dijo que él “no haría campaña, ni tampoco recorrería el país” porque eso lo haría Medusa.
Ahora bien, o es candidato o es bobo, al menos que sea ambas cosas a la vez. De verdad, en términos de política se trata de algo inapropiado, cuestionable en términos de moralidad y falta de respeto al intelecto de los venezolanos y venezolanas. Por eso es que el candidato del inframundo queda descalificado automáticamente, porque ni siquiera es competente para ser candidato.
Es crucial analizar el discurso de los candidatos, considerando sus propuestas, sus habilidades de liderazgo, cualidades que no se encuentran en el candidato del inframundo. Por eso, más que un fraude, su candidatura en una farsa, puesto allí como un jarrón decorativo, para que luego Medusa y sus mil culebras den el zarpazo, usurpen el poder y entreguen la República a los intereses imperiales para desguazarla, tal como lo hicieron recientemente con unos de los bienes nacionales del Estado.
Por ello hay que fomentar el debate político constructivo, basado en fundamentos sólidos. Ese inframundo tendencioso y maligno que quiere imponer Medusa como forma de hacer política no es el camino. Por ello es comprensible que los seguidores de la consigna “el inframundo para todo el mundo” , se sientan frustrados con los primeros vientos, por las promesas vacías y comentarios contradictorios y cuestionables de su candidato. Esa actitud raya en las fronteras de la mediocridad, pues es triste que una persona de edad avanzada se preste para el ridículo y se deje utilizar hasta esos niveles de manipulación.
Medusa quiere salirse con la suya y desde sus propias frustraciones, desde su conciencia inhabilitada y desde el inframundo impuso su candidato, el cual es un fraude, in impostor, un embaucador, un suplantador, un falso, charlatán y farsante. Van rumbo a la gran derrota y se consumirán en su propia llama. Mientras tanto, las fuerzas revolucionarias siguen avanzando y con el ejemplo de Perseo, Hércules y Atenea, van desarrollando la campaña con las estrategias políticas correctas para lograr la Victoria. Como dirían, tenemos el candidato, el líder de la Patria, tenemos un poderoso partido político, tenemos el proyecto y también tenemos los votos. ¡Qué así sea!
*Politólogo, MSc. en Ciencias Políticas.
Investigador RISDI-Táchira